La madre del pequeño Heitor, la periodista Mayra Marques, valora los momentos de reposo. “El descanso siempre fue importante para mi bienestar físico, mental y espiritual. Cuando no logro priorizarlo, los ‘efectos colaterales’ de su falta aparecen. Uno de ellos es la pérdida de la concentración”, comenta.

En la mayoría de los casos, los primeros meses del bebé desafían el equilibrio físico y emocional de la madre. La dedicación integral a las necesidades básicas del nuevo integrante de la familia disminuye los momentos de descanso y acarrea incluso la privación del sueño, ocasionando diversos perjuicios. Por eso, la joven madre tuvo que encontrar su propia fórmula para retomar el equilibrio y la productividad.

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“Tuve que reorganizarme para mantener un ritmo saludable de descanso con mi hijo. Hoy, él tiene siete meses de vida, mi descanso mejoró bastante, y será mejor todavía, porque si eso falla, la salud física, mental y espiritual se ve comprometida”, explica la periodista. Ella también cuenta que separa el sábado de cada semana para conectarse con Dios y con la familia.

Mayra tiene razones por las que preocuparse. La privación del descanso puede causar alteraciones cerebrales y, consecuentemente, trastornos mentales, como explica la doctora Rosana Alves. “La falta de sueño está relacionada a la disminución de la expectativa y de la calidad de vida. La ansiedad, la depresión e incluso el Alzheimer pueden ser algunos de los perjuicios de la ausencia de descanso”, aclara la investigadora, quien tiene tres cursos de posgrado en Neurociencia.

Más que solo tiempo para descansar, es necesario examinar las necesidades físicas, mentales y espirituales. “Somos seres integrales. Si un problema se manifiesta físicamente, es necesario observar nuestros temas emocionales y espirituales. Un ejemplo de este ciclo se encuentra en niños con quienes fueron negligentes en cuanto a suplir sus necesidades básicas, o que necesitaron cuidar de sí mismos y de sus hermanos para obtener alimento, vivienda y seguridad, todo eso sin la supervisión de un adulto. El insomnio se vuelve constante a lo largo de la vida por la necesidad de permanecer alerta. O sea, si consideramos solo la falta de sueño, no encontraremos todas las respuestas. Y si el individuo no aprende a confiar en Dios, el ciclo no se podrá cerrar”, contextualiza la científica.

Conozca siete pasos para potenciar el descanso semanal

1. Establezca una rutina con días y horarios fijados. Haga una lista de sus actividades y sea consciente al distribuirlas durante los periodos del día. Pregúntese: “¿Seré capaz de ir al mercado, al banco, y de responder todos los correos electrónicos pendientes solo en el periodo de la mañana?”. Probablemente, no. Entonces, distribuya estas actividades en su día a día y, tal vez, en los otros días de la semana.
2. Primero lo difícil. Después de hacer la lista de las actividades de la semana, establezca las prioridades por orden de dificultad. No deje para el final de la semana las tareas más complejas. Inicie con las más difíciles y vaya evaluando hasta el final de la semana.
3. Tache de la lista. Pocas cosas son tan placenteras como tachar de la check list las actividades realizadas. Visualice el día, la semana, el mes y el año. Eso ayuda a lidiar mejor con los imprevistos y disminuye la ansiedad generada por el deseo de concluir las actividades.
4. Incluya el descanso como un compromiso diario. Pequeñas pausas durante el día lleno de actividades pueden hacer que usted sea más productivo e incluso preparar su mente para una parada semanal. Al sentarse para realizar una actividad que exija concentración, como la lectura y la escritura, cada 25 minutos, descanse 5. Esta técnica de gestión del tiempo se llama Pomodoro. Esta también puede ser usada para determinar un tiempo específico para finalizar una determinada actividad.
5. Desconéctese. Para un descanso eficaz, no basta solo tirarse en el sofá. Necesita desconectarse, especialmente de lo electrónico. Esa pasada por las redes sociales antes de dormir puede perjudicar su sueño, siendo la calidad del mismo una importante parte del descanso. Cuide de la higiene de su sueño, apagando los electrónicos algunas horas antes de dormir, bajando la luz, disminuyendo el tono con los niños. Estos pasos van avisando al cerebro que está llegando la hora de desconectarse.
6. Incluya a toda la familia en este propósito. Conversen sobre la importancia de que cada uno se comprometa a realizar su parte para que el descanso en familia sea posible. Al dividir las tareas no hay sobrecarga. Y los beneficios de esta acción van más allá de una casa organizada: los niños aprenden que tienen un papel importante dentro de la familia, y eso aumenta el sentido de utilidad y pertenencia.
7. Observe el sábado bíblico. ¿Quién conoce mejor el equipo: el fabricante o el consumidor? Obviamente, quien lo creó conoce mejor su funcionamiento. Por eso, nuestro Creador estableció un día a la semana para que usted y yo tengamos una pausa. Este día es el sábado, que va desde la puesta del sol del viernes hasta la del sábado. Siga los pasos anteriores para aprovechar este día con su familia.

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