El Sistema Adventista de Gestión de Iglesias (ACMS) reporta que actualmente la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el sur de Chile está compuesta por un total de 23.108 miembros registrados. Y en su mayoría por mujeres, quienes corresponden a un 57.3% con una población de 13.251 mujeres, una notable mayoría frente a un 42,7% de varones.

Estadísticas clave

Según la última actualización de estadísticas en ACMS, se informa que de estas 5.942 miembros asisten regularmente a las iglesias. Por otro lado, 2.385 personas no pueden frecuentar la iglesia debido a enfermedad, distancia, estudios o trabajo. Además, se identificó que a 673 miembros que necesitan gestionar su carta de traslado y que 447 aún no han actualizado su dirección en la nueva ubicación.

En el informe se indica que 3.804 miembros no han asistido a la iglesia en más de dos años y necesitan ser rescatados a través de actividades misioneras.

En el año 2022, se destacó el liderazgo del Ministerio de la Mujer, quien encabezó 144 congregaciones durante los 10 días de oración. Además, 118 congregaciones participaron del "Té entre Amigas", una iniciativa de compañerismo y crecimiento espiritual. Por último, gracias al proyecto "Vive", se logró alcanzar a 649 mujeres, de las cuales 475 estudiaron las Escrituras.

Estas estadísticas son un reflejo de la realidad de la comunidad adventista y desafían a trabajar juntos para fortalecer la fe y alcanzar a aquellos que necesitan ser rescatados.

La mujer y su importancia

Estos números destacan la importancia del sexo femenino dentro de la Iglesia Adventista, siendo las mujeres un factor determinante del avance de la obra, trabajando de forma alineada junto a los hombres como señala Ellen White.

Ellen White y la mujer

“Cuando ha de realizarse una obra grande y decisiva, Dios escoge a hombres y mujeres para hacer su obra, y esta obra sentirá la pérdida si los talentos de ambas clases no son combinados”. (El Evangelismo (Doral, FL, Asociación Publicadora Interamericana, 1994), 343)

“Poned las cargas sobre los hombres y las mujeres de la iglesia, para que puedan crecer con la práctica, y así llegar a ser agentes en las manos del Señor para el esclarecimiento de quienes moran en tinieblas”. (Hijas de Dios, (Doral, FL, Asociación Publicadora Interamericana, 2008), 98-99)

Un gran trabajo queda pendiente a realizar a nivel país; almas que alcanzar, y corazones que recuperar. Son los desafíos que son clave en el ministerio para cumplir la gran misión, sin embargo trabajando con Cristo la victoria está garantizada.