Esperanza en los pasillos Covid-19
Enfermera comparte cómo ha ayudado a otros a vencer al coronavirus.
En estos tiempos de pandemia, se ha vuelto cotidiano hablar de una nueva normalidad de la primera linea de acción, de crisis, de zozobra y de angustia. Unos hablan de un mundo desacelerado, pero existen realidades donde su mundo ha revolucionado y ha empezado a correr a una velocidad inimaginable.
En el Perú, como en muchos casos, la pandemia ha colocado en la cima toda la fragilidad que los centros de atención médica tienen en la actualidad. Sin hospitales implementados, sin el recurso necesario, sin las medidas básica de bioseguridad en muchos casos, y que por sobre todo ha cobrado la vida de cientos de personas.
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Esta historia comienza a inicios de Marzo, cuando el gobierno peruano tuvo que adaptar un hospital de atención COVID-19 en un lugar que estaba destinado a ser un condominio habitacional, llamada Villa Panamericana, llevando a la necesidad de contar con mayor personal médico.
Tabita Quispe, de 37 años, enfermera de profesión y con dos hijas, lo pensó dos veces antes de aceptar la oferta laboral, sin embargo, su vocación de servicio y la oportunidad de ayudar a otros la llevó a tomar el desafío, quizás incierto, pero con la confianza y la certeza de que Dios iba a cuidar de ella.
Han pasado dos meses desde que Tabita no ve a su familia, ha sido testigo de como el coronavirus termina con la vida de muchas personas; luchando en la primera linea de frente ha sufrido el dolor de perder a su suegro en medio de la crisis que casi también le arrebata a su esposo.
Trabaja en la torre tres, junto a un médico y un técnico recorren cada departamento para evaluar a los pacientes, es justo allí donde aprovecha las visitas para orar con ellos y compartir de la Palabra de Dios, incluso ha creado un grupo en WhatsApp con los internos por donde comparte mensajes de esperanza y videos del pastor Alejandro Bullón.
En su primera salida, un familiar le regaló un “polo” (remera) que tenía escrito el lema de los Jóvenes Adventistas: “Todo por Él”, prenda que le recuerda en cada momento que Dios es el soberano del universo y que ella es un instrumento de esperanza para hacer todo por amor a Él.
Esperanza y fe
Tabita cuenta que vive una de las experiencias mas increíbles de su vida. Ha sido adventista desde que nació y recuerda que a lo largo de su vida Dios ha hecho grandes milagros. Su existencia se ha convertido en una total dependencia de Dios, el estudio de la Biblia y la oración son su mayor escudo de protección.
Extraña a su familia; vivir dentro de un centro Covid no es tan sencillo, pero está convencida de que pronto llegará la paz; y esa vida de a mil por hora que vive en este momento se tornará tranquila porque Dios tiene el control de todo, dijo ella, porque en medio del dolor y el sufrimiento existe esperanza.