Mercedes Gavilanez fue diagnosticada con Devic (una enfermedad que consiste en la inflamación secuencial y recurrente del nervio óptico y la médula espinal) hace 34 años, pese a estar postrada en una silla, esto no fue impedimento para aceptar públicamente a Jesús y ser bautizada en la programación de Semana Santa “La última Victoria” en la ciudad de Loja, al sur de Ecuador.

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 “Yo me siento feliz, me siento reconfortada y amada por mi familia adventista. Pedí tanto al Señor sanación, pero Él tenía para mi algo mayor: Salvación”, menciona Mercedes muy emocionada.

La instructora bíblica, Margoth Medina, además de ser enfermera en el hospital donde acudió Mercedes al enterarse de su diagnóstico, fue el primer contacto que tuvo con la Iglesia Adventista. Las visitas cordiales, oraciones y asistencia profesional impactaron el corazón de “Mechita”, como la llaman de cariño, y ella aceptó iniciar los estudios bíblicos de “La Fe de Jesús”.

Cada lección, en las palabras de Mercedes, era un “manjar” y un “aliciente” para su dolido corazón, puesto que después del diagnóstico fue abandonada por su esposo y se hizo cargo de su hijo de 8 años de edad.

Las visitas pastorales la animaban y entendió que debía entregarse por completo a Dios. Tres días antes de la fecha marcada para su bautismo, la salud de Mercedes empeoró y fue de emergencia al hospital. Aunque su cuerpo estaba debilitado, su espíritu estaba firme y fuerte, así que no desistió de su decisión.

Mercedes perdió la total movilidad de sus piernas hace cinco años, por el daño en el nervio óptico que conecta la retina del ojo con el cerebro y la médula espinal; “Cada día es desafiante pero una realidad por gracia de Dios, junto al pastor Jhonny Aillón estoy preparando a mi hijo para que se bautice próximamente”, expresa.

Mercedes se aferra a la promesa de Juan 16:33 que dice: “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”. Ella es fruto del trabajo misionero de una iglesia viva y ahora pertenece a la Iglesia Adventista del Valle en la ciudad de Loja, Ecuador.

Mire algunas fotografías del bautismo de Mercedes:

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