La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) envió suministros médicos por un valor de más de un millón de dólares para ayudar al Centro Médico LAU-Hospital Rizk y al Centro Médico Universitario del Hospital Saint George (SGHUMC), en Beirut, Líbano.

Según las autoridades locales, las instalaciones médicas que fueron gravemente afectadas por la explosión masiva del puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020, están abrumadas por el aumento de nuevos casos de coronavirus. El Líbano también informa 2.000 infecciones diarias; los hospitales están alcanzando su capacidad máxima y carecen de equipos para tratar a los pacientes con COVID-19, los enfermos críticos y los que padecen otras enfermedades crónicas.

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“La velocidad y el aumento del brote de las últimas semanas traen innumerables desafíos para los hospitales y los trabajadores de la salud en la nación. ADRA se compromete a continuar los esfuerzos de ayuda de COVID-19 para proteger a los profesionales médicos, ayudar a los sobrevivientes y salvaguardar a las familias y los niños”, dijo Frank Reimann, coordinador de respuesta de emergencia de ADRA en Beirut. "Debemos seguir orando por la gente en el Líbano y apoyar a ADRA para garantizar que la ayuda humanitaria llegue a quienes la necesitan lo más rápido posible".

ADRA donó 50 pallets de suministros médicos con guantes, protectores faciales, dispositivos quirúrgicos y equipos esenciales a la hora de salvar vidas para ayudar a LAU Medical Center-Rizk Hospital y Saint George Hospital University Medical Center para brindar atención de alta calidad a las comunidades más vulnerables.

“En nombre de LAU Medical Center-Rizk Hospital Management, expresamos nuestro mayor agradecimiento por la contribución y la generosa donación de ADRA. Tras la masiva y horrible explosión de Beirut en agosto, donantes como ADRA allanaron el camino para ayudarnos a reconstruir nuestros centros médicos y apoyar a muchos pacientes”, expresó Saad El Zein, asistente del director para proyectos especiales en el hospital. "Con donantes socialmente responsables y equipos médicos dedicados y compasivos, estamos seguros de que saldremos de este desastre más fuertes que nunca".

El sistema de atención de la salud libanés ya estaba luchando contra la pandemia y la actual crisis financiera del país antes de que la explosión masiva afectara gravemente a las instalaciones médicas. En SGHUMC, ubicado a poco más de tres kilómetros del lugar de la explosión, varias personas murieron y cientos de enfermeras, médicos y pacientes resultaron heridos. La institución médica también reportó daños por más de 50 millones de dólares. Los empleados del hospital dicen que usarán los suministros médicos de ADRA para restaurar los servicios y crear una clínica comunitaria para familias y niños.

“Es un gran esfuerzo lo que ADRA ha hecho para apoyar al sector de la salud libanés y es decir a nuestros dos hospitales, que sufrieron más que muchos otros y todavía están luchando después de la explosión del 4 de agosto. Las consecuencias de este desastre con las difíciles complicaciones económicas y financieras que estamos experimentando representan una grave amenaza de colapso del sistema nacional de salud ”, dijo Dimitri Haddad, director administrativo de SGHUMC. “Usaremos los artículos donados por ADRA para apoyar a nuestra comunidad y población, quienes buscan atención en nuestro centro médico, y brindaremos atención y cuidados especiales a los más indigentes entre nuestros pacientes. Apreciamos mucho la contribución de ADRA".

El envío de suministros médicos de ADRA es el último esfuerzo de socorro para apoyar a la nación libanesa. La agencia humanitaria amplió las operaciones de emergencia el día en que la mortal explosión mató a más de 200 personas, hirió al menos a 6.000 y dejó a más de 300.000 sin hogar. Los equipos de respuesta a emergencias de ADRA, trabajando en conjunto con la Iglesia Adventista y otros socios, han estado en el terreno proporcionando alimentos de emergencia, agua y vales en efectivo para reparaciones de refugios. También ha estado apoyando a los socorristas y evaluando las instalaciones de atención médica para satisfacer sus necesidades.

La versión original de esta historia fue publicada por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales.