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En Cusco, la capital del imperio inca, un anciano adventista sirve a la iglesia por más de 30 años

Raúl Mamani es respetado y querido, por los adventistas de su iglesia y de su ciudad, gracias a su amor y entrega a la obra adventista


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Miembros de la IASD Pardo felicitan al hermano Raúl Mamani por su cumpleaños. (Foto: Archivo familiar)

En la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) a nivel mundial, el anciano de iglesia, se desenvuelve como un pilar importante para el cuidado y fortalecimiento espiritual de los feligreses, una figura vital dentro de la hermandad adventista que enseña, comparte el amor de Cristo, y brinda apoyo y motivación al pastor.

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En la ciudad de Cusco, conocida como “La capital del imperio inca”, territorio de la Misión Sur Oriental del Perú - MSOP (sede administrativa de la Iglesia Adventista para las ciudades de Cusco, Abancay, parte de Apurimac y Madre de Dios) vive Raúl Mamani Alata, un hombre de 62 años de edad que ha dedicado gran parte de su vida al servicio de la iglesia, son más de 23 años como anciano de iglesia, y 7 años como primer anciano de la IASD Pardo hasta el año 2023. Aunque este año 2024 ya no ocupa dicho cargo, este hombre de Dios acude a la solicitud de consejo para los líderes más jóvenes, y participa activamente en los programas y campañas de la iglesia.

Raúl Mamani participa en su grupo pequeño "Capernaum" - IASD Pardo (MSOP). (Foto: Archivo Familiar)

El servicio a la obra de Dios tiene historia familiar

Entre sus vivencias, recuerda que de pequeño junto a sus padres y a sus cuatro hermanos, alistaban todo en su casa para recibir a los miembros adventistas. En un área de su vivienda se fundó la primera Iglesia Adventista del distrito de Sicuani (provincia de Canchis, en la región Cusco). Actualmente, asiste a la  IASD Pardo (iglesia central de la ciudad del Cusco) donde él, su esposa Rina Victorio, y sus hijas Angela y Joana prestan apoyo voluntario en los diferentes departamentos de la iglesia.

El hermano Raúl junto a su esposa e hijas durante un evento académico. (Foto: Archivo Familiar)

El llamado a ser anciano de iglesia

A sus 30 años aceptó el llamado a ser anciano de iglesia, acompañado siempre de su esposa, involucrada en el Ministerio Infantil. Con la llegada de sus hijas, fueron participando en más departamentos de la iglesia. Su amor por la obra de Dios, lo llevó a acompañar y cuidar a los miembros adventistas de todas la edades, en las diferentes campañas de evangelismo local y macro regionales; también ha participado en eventos internacionales formando parte de la delegación de la Unión Peruana del Sur (sede admisnitrativa de la Iglesia Adventista para todo el sur del Perú), en calidad de anciano de iglesia y como empresario adventista.

Como anciano de iglesia, Raúl Mamani, acompañando a los jóvenes de IASD Pardo en la campaña "Vidas por Vidas". (Foto: Archivo familiar)

Desafíos superados y bendiciones en su vida

Estudió la carrera profesional de Administración y Turismo, en la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco (UNSAC), en su época universitaria tuvo como desafío el poder guardar el sábado, como estudiante líder recibió invitaciones para conformar grupos de representación estudiantil y políticos (centro federado, etc); sin embargo, en su corazón siempre estuvo su primer amor, Dios.

Terminados sus estudios universitarios nos cuenta que pese a ofertas para poder trabajar en instituciones del gobierno, prefirió junto a su esposa, de profesión contadora, esforzarse para crear su propia empresa para poder adorar a Dios fielmente. Hoy son bendecidos con dos empresas familiares y gozan del respeto de la ciudadanía y de funcionarios de las instituciones en Cusco. La voz de Raúl Mamani se quiebra, con palabras de gratitud dice: “El Señor me ha dado mucho, me lo dio todo, por eso yo debo seguir trabajado por él y para cumplimiento de la misión”.

El hermano Raúl Mamani, junto a los evangelistas Rafael Rossi (DSA) y Heyssen Cordero (UPS) realizan la mímica "Conectados para hacer discípulos" en campaña de la MSOP. (Foto: Archivo Familiar)

El anciano de iglesia fue escogido y separado por Dios para una misión especial; y sin duda miles de hombres llevan adelante está trascendental función, mostrando a Jesús durante su labor. La Iglesia Adventista del Séptimo Día en el sur del Perú (Unión Peruana del Sur - UPS) agradece la dedicación de los ancianos de iglesia y se mantiene en oración constante por estos siervos y sus familias.  


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