Durante el verano de este año, diversos proyectos de Misión Caleb se desarrollaron en nuestro campo. Uno de ellos fue especial, ya que involucró el viaje de 19 jóvenes provenientes de Paraná, Brasil.

Los jóvenes, quienes en su mayoría pertenecen al Instituto Adventista de Paraná, se inscribieron a través del programa de misión del instituto. Fue allí donde comenzó la aventura que los traería meses después a la gran isla de Chiloé. Trabajo extra, ahorro, oración y dedicación, marcaron la venida de la mayoría de ellos.

Durante tres semanas desplegaron su trabajo en Castro, realizando diversas actividades en pro de la comunidad. Su centro de operaciones fue la iglesia ubicada en el Jardín Adventista de Castro. Desde allí comenzaron el trabajo con las personas del entorno y la iglesia. Escuela Cristiana de Vacaciones, limpieza del entorno, corte de cabello gratuito, limpieza de casas y basura, contactos misioneros y una semana de evangelismo fueron sus principales tareas.

Los chicos, quienes regresaron a Brasil a principios de febrero, pretenden seguir apoyando como misioneros la Misión Caleb. A través de estas iniciativas, la Iglesia Adventista busca incorporar a los jóvenes al trabajo misionero. Así, los chicos separan parte de sus vacaciones para mostrar el amor de Dios a otros.