¿El arcángel Miguel es Jesucristo?
¿Qué explica realmente la Biblia sobre la relación de identidad entre el citado arcángel Miguel y Jesucristo?

Recientemente, un conocido teólogo brasileño grabó un video hablando sobre lo que él considera como las mayores “herejías adventistas”. Entre los puntos que citó se encuentra la alegación de que los adventistas creen que el arcángel Miguel es el propio Señor Jesús. Lo que, según él, sería un gran error. Pero cuando vamos a la Biblia, ¿qué es lo que esta dice sobre eso?
En primer lugar, vale la pena citar que la Iglesia Adventista del Séptimo Día no cree que Jesucristo sea un ángel, ni que sea un ser creado. Cree en la divinidad de Cristo, que él es Dios, una de las tres personas de la trinidad, no creado por nadie, sino que él es el Creador de todas las cosas y que se convirtió en ser humano, uniendo su divinidad a la humanidad y muriendo en la cruz para salvar a los seres humanos.[i]
La identidad de Miguel
La identidad del arcángel Miguel ha sido debatida a lo largo de la historia cristiana. Algunas tradiciones lo consideran un ángel creado, mientras que otras lo identifican como un título de Cristo antes de su encarnación.[ii] La Iglesia Adventista del Séptimo Día defiende que Miguel es una designación de Cristo en su función de comandante celestial. Pero, ¿cuáles son las evidencias para entenderlo así? Este artículo explora el origen del nombre Miguel, del título arcángel, la relación de estos con Cristo y las evidencias bíblicas que sustentan esta interpretación.
Desde los primeros siglos del cristianismo, Miguel ha sido interpretado de varias formas. Algunas variantes lo consideran un ángel distinto, líder de los ejércitos celestiales, mientras que otros protestantes ven a Miguel como un ser angelical poderoso, pero inferior a Cristo.[iii] Sin embargo, los adventistas, por medio del estudio de las Escrituras, reconocen que Miguel no es un ángel creado, sino un título de Cristo como comandante de los ejércitos celestiales.[iv]
El título arcángel
Algunos pueden pensar que el hecho de creer que Jesús reciba el título de arcángel es incoherente, ya que él es el Creador y no un ser creado, pero eso se debe, en gran medida, a la falta de comprensión acerca del significado de la palabra arcángel.
La palabra arcángel aparece dos veces en la Biblia (Judas 9; 1 Tesalonicenses 4:16). Es la transliteración de la palabra griega ἀρχάγγελος (archángelos), que significa “ángel jefe” o “jefe de los ángeles”.[v] El texto de Judas 9 afirma que el arcángel es Miguel. Ahora, en el texto de 1 Tesalonicenses 4:16, la voz del arcángel es asociada al regreso de Jesús y a la resurrección de los muertos: al ser oída la voz, los muertos resucitan. Sin embargo, cuando se compara esa declaración con lo dicho por Jesús en Juan 5:26-29, donde Jesús dice que todos los muertos oirán su voz y saldrán de las tumbas en la resurrección, es evidente que hay un paralelismo entre la voz de Jesús y la voz del arcángel, indicando que la voz del arcángel (jefe de los ángeles) es la propia voz del Señor Jesús. Es él quien vendrá frente a los ángeles, liderándolos en su venida (Apocalipsis 19:14). Él es quien ordenará a los ángeles que vayan por los cuatro extremos de la Tierra para recoger a los escogidos de Dios que resucitaron (Mateo 24:31).
Para quienes piensan que es difícil que una de las tres personas de la trinidad reciba un título asociado a ángel, vale resaltar que el hecho de que en el Antiguo Testamento, Cristo, en su forma preencarnada, frecuentemente aparece como “el Ángel del Señor” con atributos divinos (Éxodo 3:2-6; 23:21-23; Jueces 6:11-22; 13:18-22; Génesis 32:24-30).[vi]
El título Miguel
El nombre Miguel viene del hebreo Mîkā’ēl (מִיכָאֵל), que significa “¿Quién es como Dios?”[vii]. Ese nombre, en forma de pregunta, enfatiza la supremacía de Dios y puede ser comprendido como un título mesiánico que refuerza la identidad divina de Cristo. Cristo incluso es la respuesta para la pregunta del nombre: ¿quién es como Dios? ¡Cristo, pues él es Dios!
En el libro de Daniel, el Mesías (ungido) es llamado “Príncipe” (9:25, 26), y en el capítulo 12, a Miguel se lo llama “gran Príncipe” (v. 1). En Daniel 9:11, 25, a Cristo también se lo llama “Príncipe del ejército” y “Príncipe de los príncipes”. Corroborando con esa idea, Lucas 4:17, 18 afirma que Jesús es el Ungido (el Mesías), y Hechos 5:30, 31 dice que “Dios [lo] ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador”. Hay una clara asociación entre Miguel y Cristo. Además, “el título ‘príncipe’ es usado exclusivamente para Cristo o para Satanás, pero nunca para otro ser angelical (ver Josué 5:14, 15; Isaías 9:6; Daniel 8:11, 25; Daniel 9:25; Hechos 5:31; Juan 12:31; Juan 14:30; 16:11; Efesios 2:2)”.[viii] En Daniel 10:20, 21, Miguel es presentado como el Príncipe de Israel, una clara referencia a Cristo.
En Apocalipsis 12:7, Miguel y sus ángeles luchan contra el Dragón (Satanás) y sus ángeles. Cuando se analiza el contexto bíblico global, es evidente desde Génesis 3:15 que el conflicto sería entre el Descendiente de la mujer (Cristo) y la serpiente (Satanás). En el Nuevo Testamento, el conflicto entre Cristo y Satanás también es evidente (ver: Mateo 4:1-11; Juan 12:31, 32; 14:30; Colosenses 1:9, 16; Efesios 6:10-20).
Contrapunto
Algunos argumentan que Miguel no podría ser Cristo, ya que cuando es citado en Judas 9, él solo reprende a Satanás y no lo expulsa directamente como Cristo lo hacía frecuentemente en su encarnación. Sin embargo, en un pasaje paralelo a ese, en Zacarías 3:2, el propio YHWH (traducido como Señor) quien reprende a Satanás exactamente como en el texto de Judas 9.
Otro argumento contrario se basa en Daniel 10:13, donde dice que Miguel es “uno de los principales príncipes”. El término arameo para uno es אֶחָד (echad) que significa ‘uno’, ‘único’, pero también puede ser ‘primero’, conforme es traducido en otros pasajes del mismo libro de Daniel (ver: 1:21; 9:1-2; 11:1; 6:2; 7:1). Conforme a la propia traducción de los demás textos citados, por lo tanto, otra posible traducción sería “el primero de los primeros príncipes” o “el número uno de los primeros príncipes”.
Los que defienden la idea de que se trata de una herejía, muchas veces son los mismos seguidores de Calvino, llamados calvinistas. Ellos olvidan que el propio Calvino defendió la idea de que el arcángel Miguel fuera un título de Cristo[ix].
Conclusión
Miguel aparece en la Biblia en contextos en los que la intervención divina es crucial: él lucha por el pueblo de Dios (Daniel 10:13, 21; 12:1), expulsa a Satanás del cielo (Apocalipsis 12:7-9) y tiene autoridad sobre la resurrección de los muertos (Judas 9; 1 Tesalonicenses 4:16). Esos papeles señalan directamente hacia Cristo, pues él ejerce todas estas funciones en la teología bíblica.[x]
Las Escrituras demuestran que Miguel no es un ángel creado, sino un título de Cristo antes de su encarnación. Su nombre expresa la supremacía de Dios, y sus funciones indican su papel como líder de los ejércitos celestiales, defensor del pueblo de Dios y quien tiene poder sobre la vida y la muerte.[xi]
Entender que Miguel es un título de Cristo fortalece nuestra fe en la acción continua de Jesús en favor de la humanidad, desde la eternidad pasada hasta el momento cuando regresará en gloria para buscar a sus hijos.[xii]
Lucas Hígor es teólogo y pastor del Espaço Alpha (Iglesia Adventista de Alpahaville), en Manaos, Amazonas, Brasil.
Referencias:
[i] IGREJA ADVENTISTA DO SÉTIMO DIA. Nisto Cremos: As Crenças Fundamentais da Igreja Adventista do Sétimo Dia. Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira, 2013.
[ii] SEVENTH-DAY ADVENTIST BIBLE COMMENTARY. 2. ed. Washington, D.C.: Review and Herald, 1980, p. 998.
[iii] DANIÉLOU, Jean. The Angels and Their Mission. Westminster: Newman Press, 1957, p. 74.
[iv] DEDEREN, Raoul. Tratado de Teologia Adventista do Sétimo Dia. Tatuí: Casa Publicadora Brasileira, 2011, p. 157.
[v] TYNDALL, Walter. Dicionário Bíblico Tyndale. Tradução e edição pela Editora Geográfica, 2015, p. 87, 143.
[vi] WHITE, Ellen G. Patriarcas e Profetas. Tatuí: Casa Publicadora Brasileira, 2013, p. 367
[vii] GULLEY, Norman R. Systematic Theology: Prolegomena. Berrien Springs: Andrews University Press, 2003, p. 254.
[viii] TIMM, Alberto R. Revista Sinais dos Tempos. Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira, agosto de 1998, p. 29.
[ix] CALVINO, João. Comentário sobre o Livro de Daniel. Tradução e publicação pela Editora Parakletus, 2000, p. 436.
[x] PECKHAM, John C. The Doctrine of God: Introducing the Big Questions. London: T&T Clark, 2020, p. 142.
[xi] PECKHAM, John. God With Us: An Introduction to Adventist Theology. Berrien Springs: Andrews University Press, 2017, p. 289.
[xii] GULLEY, Norman R. Systematic Theology: God as Trinity. Berrien Springs: Andrews University Press, 2012, p. 412.