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Dormir: un aspecto descuidado de la salud cardíaca

Pocas horas de sueño o noches de mala calidad pueden perjudicar su corazón


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Con un sueño insuficiente, el cuerpo no logra recuperarse plenamente. (Foto: Shutterstock)

Muchos factores clave del estilo de vida, como la dieta y el ejercicio físico, son altamente reconocidos por impactar en nuestra salud cardiovascular. El sueño es un componente históricamente descuidado en la salud del corazón que solo logró destacarse en los últimos años, dijo Victoria Bazanos, doctora en Práctica de Enfermería, enfermera especializada en insuficiencia cardíaca avanzada en el Instituto Internacional del Corazón de la Universidad de Loma Linda, en Estados Unidos.

La conexión entre sueño y corazón

En los últimos años, la Asociación Estadounidense del Corazón actualizó sus indicadores de salud cardíaca “Life’s Simple 7” (Los 7 indicadores simples para la vida), como dieta, tabaquismo y colesterol, para “Life’s Essential 8” (Las 8 medidas esenciales para la vida), agregando el sueño como una medida fundamental para mejorar y mantener la salud cardiovascular.

“El sueño es algo que tendemos a subestimar”, reflexiona Victoria. “Podemos considerarlo como un tiempo libre que podemos usar cuando necesitamos hacer algo, en vez de cambiar nuestra rutina diaria o establecer límites para proteger o priorizar nuestro descanso”.

La especialista dice que durante el sueño es cuando el cuerpo realiza varias funciones vitales, desde la cura y la reparación de las células hasta el fortalecimiento del sistema inmunológico. “Cuando usted le quita tiempo a eso, está sacando tiempo de su cuerpo y de todos sus órganos, incluyendo el corazón, para curarse”.

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La enfermera explica que durante el sueño, la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea son normalmente más bajas que cuando una persona está despierta, disminuyendo así la carga de trabajo del corazón y permitiendo que descanse. Esa caída nocturna en la frecuencia cardíaca y en la presión sanguínea hace bien para la salud cardiovascular en general.

Cuando el cuerpo no sufre esa caída nocturna, parte de los efectos benéficos del sueño pueden perderse. Algunos estudios sugieren que hasta el 80% de los eventos cardiovasculares, como ataques cardíacos, pueden ser evitados al realizar elecciones saludables con respecto al estilo de vida, incluyendo dormir durante una cantidad apropiada de horas.

El dormir poco aumenta la hormona del estrés, eleva la presión sanguínea, la frecuencia cardíaca, los niveles de azúcar en la sangre y el colesterol, todo lo cual contribuye para las enfermedades cardiovasculares. Una investigación del Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) descubrió que los adultos que duermen regularmente de siete a ocho horas por noche registran tasas más bajas de hipertensión y obesidad.

Victoria agrega que el sueño nos ayuda a regular las hormonas, inclusive las hormonas que controlan el hambre. Los que duermen cinco o menos horas por noche registran altas tasas de obesidad y diabetes, condiciones íntimamente relacionadas a la mala salud cardiovascular. El sueño inadecuado también puede causar un aumento en la proteína C reactiva, un marcador inflamatorio asociado a niveles más altos de enfermedad arterial coronaria aterosclerótica.

La doctora en enfermería comparte varios disturbios del sueño relacionados explícitamente con la salud cardiovascular:

  • El insomnio persistente, la incapacidad de dormir o permanecer dormido, está asociada a un riesgo 45% veces mayor de padecer enfermedades cardiovasculares y a un riesgo 54% mayor de tener un accidente cerebro vascular (ACV), de acuerdo con la Asociación Estadounidense del Corazón.  
  • La apnea del sueño, la respiración anormal que lleva a una caída en los niveles de oxígeno durante el sueño, está asociada a tasas más altas de hipertensión, ACV, enfermedad arterial coronaria e insuficiencia cardíaca.
  • La narcolepsia, soñolencia diurna excesiva, aunque rara, puede tener serios efectos cardiovasculares, incluyendo un riesgo aumentado de hipertensión, ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca y ACV.

Ella aconseja que cada individuo empiece a prestarle atención a los síntomas de los disturbios comunes del sueño y a compartir sus experiencias con su médico.

“No dormir lo suficiente puede crear una cascada de eventos interrelacionados y que afectan al corazón y al resto del cuerpo”, dice Bazanos. “Asegurar el descanso y sueño de calidad es una manera de ayudar a combatir esas enfermedades crónicas devastadoras y es algo que cualquier persona puede hacer”.

Mejore la salud de su corazón a través del sueño

Los adultos deben dormir entre siete y nueve horas por noche, los niños y los adolescentes deben dormir más. Victoria recomienda establecer una rutina sólida de higiene del sueño para nutrir la salud de su corazón de las siguientes maneras:

  • Siga un horario de dormir consistente. Irse a la cama y despertarse siempre a la misma hora estabiliza el ritmo circadiano o el reloj interno del cuerpo. Ese reloj biológico interno se basa en sus modelos de sueño para determinar la mejor hora para dormir de noche y cuándo despertar después de un sueño completamente reparador.
  • Evite consumir cafeína, alcohol, nicotina y comidas pesadas, especialmente antes de irse a la cama.
  • Deje a un lado las pantallas. Apague las pantallas más o menos una hora antes de irse a la cama. La luz azul que brilla en los dispositivos a base de luz LED aumenta la liberación de cortisol en el cerebro. Eso inhibe la liberación de una hormona del sueño llamada melatonina, dejándonos más alertas y aumentando la dificultad de dormir.

A medida que la investigación en curso continúa dilucidando la conexión entre el sueño y el corazón, Bazanos dice que una cosa es cierta: el sueño hace bien al corazón.

“El sueño es fundamental para nuestro bienestar y para todo el sistema corporal, incluyendo nuestro corazón”, dice ella. Si usted tiene dudas o preocupaciones, preséntelos a un médico, alerta Victoria.


La versión original de esta noticia fue publicada por Loma Linda University Health