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Donde todo comenzó: la Iglesia Adventista escribe una nueva página en la historia

Con la presencia de los líderes de la Iglesia Adventista en Sudamérica, se conmemoró en Crespo el 125 aniversario de la organización de la primera iglesia.


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El pastor Erton Kohler y Nélida, juntos en el bautisterio donde se realizó la primer ceremonia bautismal de las 1250. Foto: Alexis Villar.

Una mañana de sol como la de hoy en Crespo campo, provincia de Entre Ríos, Argentina, se veía la llegada de tres carruajes acercándose al lugar donde nació la iglesia Adventista en Argentina y Sudamérica. La historia parecía cobrar vida. Una iglesia que fue organizada el 9 de septiembre de 1894, hoy se vistió de gala en el mismo lugar donde nació y abrió sus puertas para celebrar y agradecer a Dios por tantas bendiciones a lo largo de estos 125 años.

Más de 140 personas disfrutaron de una ceremonia que representaba la época en la que el pastor Frank H. Westphal junto a otras 36 personas, organizaban la iglesia madre en esta región del mundo. Aquí participaron los administradores y líderes de la iglesia Adventista del Séptimo Día pertenecientes a las sedes de la División Sudamericana, Unión Argentina, Nuevo Tiempo, Asociación Casa Editora Sudamericana, Granix, Sanatorio Adventista del Plata, Clínica Adventista Belgrano y Universidad Adventista del Plata.

Tres carruajes iniciaron la celebración de los 125 años de la Iglesia Adventista en Argentina. Foto: José Peñafiel.

Además, el encuentro contó con la presencia destacada del Secretario de Cultos de la Nación Argentina, el Dr. Alfredo Miguel Abriani, quien destacó: “Agradezco y valoro mucho el trabajo y el aporte que hacen desde la Iglesia Adventista”.

En tanto que el presidente de la iglesia Adventista para ocho países de Sudamérica, el pastor Erton Köhler, mencionó: "El estar aquí es renovar el compromiso, la visión y especialmente la misión de llevar el evangelio que con tanto sacrificio los pioneros lo hicieron. Dios nos da la oportunidad de concluir lo que ellos comenzaron", cierra el líder.

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Por otra parte, el pastor Darío Caviglione, presidente de la Iglesia Adventista en nuestro país, reflexionó sobre la presencia en el lugar: "Estar aquí siempre da una sensación de gratitud pero también de algo especial. De compromiso, de renovación. La iglesia está desarrollando la obra que iniciaron los pioneros".

Durante el programa se vivieron momentos emotivos. En la piel del pastor Edwin Mayer interpretando al pastor Westphal, un grupo de personas representó lo que pudo haber sido esa reunión para dar inicio a esta iglesia.

El anhelo y la fuerza que tuvieron los pioneros contagia a todos. Los presidentes de las distintas regiones eclesiásticas del país fueron animados por el pastor Caviglione a seguir escribiendo la historia. Sostuvieron la llama encendida que brinda el compartir el evangelio y reforzar el compromiso con la misión con el mismo espíritu que supieron tener los fundadores en septiembre de 1894.

Primera ceremonia bautismal

Griselda, emocionada y feliz por la decisión de ir a los pies de Cristo. Foto: Alexis Villar.

En el marco de la semana de evangelismo “La Mayor Esperanza” que comienza el 21 y se extiende hasta el sábado 28 de septiembre, la iglesia se ha propuesto alcanzar las 1.250 ceremonias bautismales. Y justamente, la primera de ellas comenzó en esta celebración.

Nélida Ifraín y Griselda Dupuy entregaron su vida a Dios a través del bautismo. Dos mujeres que han decidido seguir a Cristo y hoy se suman a la misión de hacer discípulos para que más personas puedan conocer sobre el amor y la redención de Dios para cada ser humano.

Descubrimiento de placas

Los administradores de la División Sudamericana y la Unión Argentina juntos en las nuevas placas. (Foto: Alexis Villar)

Hacia el cierre del programa, el coro Musicap de la Universidad Adventista del Plata cantó para todos los presentes.

Ya en el exterior de la iglesia, en el pasillo previo al museo histórico de la iglesia Adventista allí en Crespo, se descubrieron dos placas que dejan el legado de haber alcanzado los 125 años de historia en Argentina y Sudamérica. Y el compromiso de seguir anunciando el evangelio de Cristo para terminar con la misión que nos encomendó. Si la iglesia vive con Cristo, sin dudas, muy pronto volverá a buscarnos.

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