Por Alexis Villar

Los responsables administrativos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) en Argentina participaron del encuentro de planificación para el año 2019 en el predio Los Quebrachos, ubicado en la provincia de Córdoba.

En ese contexto, Shirley, una joven adventista de la provincia de San Luis, vio el fruto de ser una discípula de Dios. Ella, con tan solo 17 años, se bautizó hace menos de un año. Sin embargo, se había propuesto como objetivo hablar de este Jesús maravilloso a su abuelo Julio. Shirley estuvo orando durante mucho tiempo y aunque vivían a 30 km de distancia, lo visitaba frecuentemente para hablarle de lo que había conocido en la Iglesia. De a poco, se encontraron estudiando la Biblia el abuelo, la abuela y sus dos tías. Es ahí cuando Shirley decide invitar a sus amigos del grupo OYIM (Un año en Misión) para poder compartir en un pequeño grupo el mensaje de Cristo con su familia.

En el encuentro de los líderes de la IASD, Julio, su esposa y sus dos hijas decidieron confiar su vida a Dios a través del bautismo. Este es un ejemplo literal de las promesas de Dios para quienes deciden ser sus discípulos.

Sin dudas, fue un encuentro lleno de bendiciones por parte de Dios y al menos 120 personas fueron testigo de eso. “Fue un encuentro bendecido. Estuvo todo el liderazgo de la Iglesia Adventista en Argentina de las diferentes regiones del país y de las diversas instituciones”, apunta el pastor Darío Caviglione, presidente de la Iglesia Adventista en Argentina.

El objetivo fue claro y en cuatro días se llevaron a cabo algunos puntos importantes para toda la comunidad adventista en nuestro país. El primero de ellos tiene que ver con poder recibir orientación y planificar el año 2019. Por otro lado, fortalecer el programa DiscipulAR junto con sus énfasis propios. También se trabajó en el proceso de planificación estratégica para los próximos ocho años en diferentes áreas y el último objetivo fue fortalecer los cuatro énfasis que tiene la Iglesia Adventista en Sudamérica para este quinquenio (hasta el 2020): Nuevas generaciones, Dones Espirituales, Comunicaciones y Formación Teológica.

Caviglione adestaca: “El encuentro nos permitió trabajar en un proceso para construir nuestro futuro. Salimos motivados y desafiados para cumplir la misión de hacer discípulos para que Cristo vuelva pronto”. finaliza.