San Antonio, EUA … [ASN] Por 1.381 votos contra 977, los delegados presentes en el Congreso Mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día votaron que las 13 divisiones no pueden autorizar la ordenación de mujeres al ministerio pastoral. El asunto ya es debatido oficialmente en reuniones de la Iglesia desde el año 1990. Votaron 2.363 delegados. Hubo cinco abstenciones.

Antes de iniciar los trabajos administrativos, el pastor Ted Wilson, presidente mundial de la organización, pidió a los delegados que se manifestasen sobre el asunto con mucha oración. Él recordó que en 1990 la decisión del Congreso fue no ordenar mujeres. En 2010, en la reunión realizada en Atlanta, el asunto fue objeto de una solicitud para que fuese presentado una vez más. El pedido fue aceptado en este Congreso de San Antonio.

El vicepresidente mundial, pastor Michael Ryan, dirigió los trabajos administrativos y explicó que la votación se haría con votos secretos. Todos los delegados tuvieron sus registros comprobados para confirmar el número de presentes. Los registros oficiales dan cuenta de 2.500 delegados en este Congreso.

La pregunta objetiva hecha a los delegados, para que respondiesen sí o no, fue si las divisiones tienen autorización para decidir sobre la ordenación de mujeres en su territorio.

Comisión de Estudios

Durante dos años, teólogos de todo el mundo fueron llamados para debatir el asunto bajo el punto de vista teológico en una comisión llamada TOSC. Las conclusiones obtenidas a partir de ese debate fueron presentadas y votadas en el Concilio Anual de la Asociación General de la Iglesia Adventista.

El coordinador de esa Comisión, el pastor Artur Stele, uno de los vicepresidentes mundiales, aclaró que por lo menos tres posiciones quedaron definidas después de los estudios.

Según el pastor Erton Köhler, presidente de la División Sudamericana, con esta decisión mundial la Iglesia, para ocho países sudamericanos, seguirá en armonía con la decisión mundial y evaluará, por diferentes medios, en su Comisión Directiva, cómo ampliar la presencia femenina en el liderazgo de las congregaciones locales y de su propia organización. [Staff ASN, Felipe Lemos]