Para muchos niños, el día de reposo es el día de los no: no andes en bicicleta, no mires televisión, no vayas a nadar, etc. estas reglas son a menudo malinterpretadas como “no te diviertas”. Y para muchos niños, ¡eso suena a un día de reposo muy aburrido!

Deberíamos entenderlo mejor. ¿Realmente creemos que Dios quiere que su día especial sea aburrido?

En Isaías 58:13 el día de reposo es llamado “una delicia”. ¿Es el día de reposo realmente una delicia para usted y sus hijos? Puede ser que hacer santo el día de reposo signifique simplemente asistir a la iglesia fielmente y abstenerse de trabajar y de los placeres personales. Pero, ¿y si vemos al día de reposo como un día para deleitarse en el Señor?

Jesús dijo: “El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo” (Mar. 2:27). El día de reposo es el regalo de Dios para nosotros, pues nos da descanso de nuestro trabajo rigoroso, y la oportunidad para renovar nuestra salud física, emocional y espiritual. Dios nos dio este día, no para nuestra diversión, sino para que disfrutemos de su creación mientras descansamos de nuestras tareas diarias; no solo para dormir o para estar muy cansados.

Podemos involucrar a todos los miembros de nuestra familia en la celebración del día de reposo especial de Dios al ayudar a nuestros niños a ver a este día sagrado como una verdadera delicia. Hagámoslo divertido y memorable; un día que nuestros niños esperen con ansias. Elena de White nos recuerda: “¡Oh el sábado! Sea el más dulce y el más bendito de todos los días de la semana… Los padres pueden y deben prestar atención a sus hijos” (Conducción del niño, p. 504)

Aquí hay algunas formas de hacer exactamente eso.

Cree tradiciones sabáticas

Cada familia puede divertirse recibiendo el sábado en la puesta del sol del viernes. Haga que los niños hagan un cartel especial que diga “Nuestro día especial con Dios” y cuélguelo. Use un mantel especial para el sábado y prenda una vela familiar para crear un ambiente cómodo. Tómense de las manos al cantar y recibir el santo sábado. Cocine una comida tradicional que sea servida solamente para recibir el sábado. Los niños pueden elegir una canción en particular para la ocasión también. En mi familia, nuestra canción de sábado era “El día está terminando en el Oeste”.

Disfrute de actividades bíblicas

Involucre a los niños en juegos bíblicos, concursos y acertijos para que aprendan más de Dios. Use juegos de mesa, como la Trivia Bíblica, el Monopoly Bíblico, y otros. Pero es aún mejor si sus niños o adolescentes crean sus propios juegos. Juéguelos con ellos, y se sorprenderán como niños y adultos pueden convertir ese día en una delicia.

Explore la naturaleza

“Los cielos cuentan la gloria de Dios” (Sal. 19:1). Los niños pueden aprender mucho de la naturaleza. Conocer a Dios a través de la naturaleza es divertido, agradable y emocionante. Realice caminatas sabáticas para ver los colores y la variedad de formas y tamaños de árboles y flores. Escuche la música del viento en el susurro de las hojas, y los cantos de los pájaros. Huela la fragancia del pino, el olor al pasto recién cortado, el perfume de las rosas y el jazmín. Sienta la textura de la corteza de los árboles, la suavidad de las hojas en plantas húmedas por el rocío. Al final vea cuantos tipos de flores, plantas, y pájaros han identificado, olido, tocado o escuchado. Busque en la Biblia para encontrar estas perlitas.

También puede organizar actividades más activas, como una búsqueda del tesoro bíblica, o haga que los niños construyan dioramas de historias bíblicas usando materiales que encuentren en el bosque. Los niños aman la aventura y estar en movimiento.

Alcance a otros con actividades de amor

Los niños aman servir y ayudar a los demás. Involúcrelos en visitas a aquellas personas de edad avanzada donde pueden cantar para animar a quienes visitan. Pueden envolver regalos y otras cosas para darlas a niños en necesidad. Pueden hacer y decorar tarjetas para enviarlas a los niños cuyos padres estén en prisión. Use los recursos que posee para ayudar a sus niños a conectarse con oportunidades reales de servicio.

Profundice en los estudios bíblicos

El sábado es el mejor tiempo para profundizar en el estudio de las Escrituras. Haga que los niños subrayen textos claves en sus Biblias. Luego imprima hojas en las cuales puedan responder preguntas como quién, qué, cuándo, dónde y por qué en esos textos clave que están estudiando. Discuta cómo pueden aplicar eso a sus vidas. Los niños más grandes pueden aprender a escribir lo que piensan y sienten en cuadernos. Escribir es una gran manera de meditar en la Palabra de Dios y expresar lo que uno piensa.

No hay ningún secreto en hacer del día de reposo una delicia. Pero requiere intencionalidad. Elena de White nos insta: “Padres, haced del sábado una delicia para que vuestros hijos puedan esperarlo con placer y recibirlo con gozo en su corazón” (Testimonios para la iglesia, T2, p. 518). Podemos enseñarles a nuestros niños no solo a soportar el sábado, sino a realmente disfrutarlo.

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Linda Mei Lin Koh es directora del Ministerio del Niño de la Asociación General.