En el Hope Medical Center, las exposiciones de Soleily Guerrero y Lukas Ruiz como misioneros en Egipto dieron comienzo a la Escuela de Misiones de la Asociación Centro Sur de Chile (ACSCh). Esta actividad reunió a más de 30 personas, de forma presencial y virtualmente, que están interesadas en compartir a Cristo en cualquier lugar del mundo.

La Escuela de Misiones es un programa permanente para formar misioneros voluntarios a través de entrenamiento teórico y práctico, promoviendo una vida en misión. Por tanto, se planean más encuentros a los que está invitada toda la comunidad adventista. Si bien esta iniciativa del Servicio Voluntario Adventista (SVA) está orientada principalmente a profesionales jóvenes, cualquier persona puede asistir a las actividades y aprender.

Una pareja comprometida con el evangelio

Dentro de ese contexto, para el inicio del proyecto se invitó al matrimonio de misioneros chilenos que llegó hasta el Colegio Adventista de El Cairo, ubicado en la capital de Egipto, para cumplir la misión. En dicha institución educacional, Soleily realiza asistencia de salud y Lukas desarrolla clases de Biblia y presta apoyo pastoral en la iglesia que atiende a la comunidad educativa y sus alrededores. Además, ambos trabajan con los jóvenes en el Club de Conquistadores de la zona.

Ella comenta que "lo lindo es ver cómo los mismos chicos se transforman en misioneros", en relación a lo vivido en el colegio. Por su parte, Lukas revela lo chocante que fue el cambio cultural al llegar a Medio Oriente, pero también destaca la gran cantidad de bendiciones que experimentó en el campo misionero.

Todos pueden ser misioneros

Estar a miles de kilómetros de la familia, el manejo del inglés, adaptarse a la cultura son algunos de los desafíos para un misionero. Sin embargo, el pastor Juan Elías Gatica, secretario ACSCh y quien lidera el SVA, afirma que "tienes que ir con la mentalidad de que eres misionero", dejando que Dios sea quien realice los milagros necesarios.

Lukas complementa que el ser misionero es entregarse de tal forma que "entiendo que hay una necesidad, nos ponemos la camiseta y apoyamos", sin importar en qué se tenga más habilidad o cuál es la profesión desempeñada. Un elemento vital para los misioneros, según Soleily, es estar preocupado por las personas. "Dios necesita de personas que amen a la gente", comenta.

Recordar que también la ACSCh está trabajando con las nuevas generaciones, a través de la Agencia de Misiones. Esta iniciativa busca que nazca la necesidad de mostrar a Jesús en los niños y adolescentes de la red educativa adventista, además de capacitarlos y entregarles las herramientas para cumplir con dicho propósito.