Buenos Aires, Argentina...[ASN] Miles de estudiantes de universidades e institutos adventistas de ocho países de Sudamérica aprovechan su tiempo de vacaciones para participar de la obra del colportaje, que hace parte del Ministerio de Publicaciones de la iglesia adventista. La labor da la oportunidad para que  jóvenes, por medio de literatura con temas de salud, familia y espiritual, solventen sus gastos de estudios superiores. Además de llevar mensajes de esperanza casa por casa.

Uno de los testimonios de colportaje es el de Joaquín Ferretti Matta, estudiante del 1er año de la carrera universitaria de Teología de la Universidad Adventista del Plata, que tuvo como campo se trabajo la ciudad de Esquel, en Argentina.

Testimonio

Un día normal de servicio me encuentro visitando la ciudad de Esquel, en la provincia de Chubut. Golpeo las manos en una casa y sale un hombre muy amable, de buen aspecto, de aproximadamente 45 años, de nombre Marcelo. Lo saludo y solicito entrar a su hogar, él me pregunta: “¿sos (eres) de la Iglesia Adventista?" “Así es” – le respondí-. Entonces me pidió que pasara el domingo por su casa porque le interesaba hablar conmigo. Así que, el domingo por la tarde regresé. Comenzamos a conversar sobre la salud, entre otros temas. Hasta que Marcelo me dice: “Vayamos al grano, ¿tenés libros sobre salud? Muéstramelos”. Un poco impresionado saqué los materiales y comencé a indicarle los beneficios de cada uno de estos. El mostró mayor interés por el último, (un extracto del libro "Palabras de vida del gran Maestro" de EGW). Me dijo que era pastor de una iglesia evangélica y comenzamos a hablar sobre asuntos espirituales.

Luego de conversar un rato, le comenté el precio total de los materiales y automáticamente su rostro cambió, no le convencía el monto. Traté de darle soluciones en las formas de pago para que pueda quedarse con todos los libros de salud. Me comentó que el precio no le parecía caro pero que habían programado ir a Córdoba de vacaciones con su esposa y apenas tenían para pagar los pasajes. En esos días iba a recibir una suma de dinero, pero ya no podía contar más con ello. Mentalmente oré al Señor y le pedí que al menos un libro pudiera quedar en ese hogar.

Marcelo estaba pensativo, y en eso me pregunta cómo podía pagar el libro "Cómo tener un cuerpo sano". Le dije que lo haríamos en dos cuotas y le pareció bien. Se levantó y fue a buscar el dinero. Cuando regresa, saca el dinero y lo pone en la mesa; y al contar, tenía la cantidad exacta para pagar la colección completa (de cuatro libros) de salud. Y luego me dice: “Quiero contarte algo. Hace 3 años me mudé con mi esposa e hijos a Esquel; vine de la ciudad de Comodoro Rivadavia. Allá dejé un camión con toda mi mudanza y después de unos días fui a buscarlo y cuando llegué ya no estaba. Perdí todo. Dentro de ese camión teníamos estos libros. Y en estas semanas hablábamos con mi esposa sobre esos materiales, que anhelábamos volver a tener. Oramos, y en eso, apareciste. Creo que esto viene de Dios, y que debo comprarte la colección. Dios proveerá para mi viaje.”

Experiencias como estas son las que me confirman que el Espíritu Santo me acompaña en el colportaje, una obra de gran importancia para Dios. Nos permite llevar el mensaje de una manera que ningún otro ministerio podría. Podemos enfrentar cualquier prueba, confiando en que él nos está dirigiendo y acompañando a cada momento.

Dato

El Colportage es una actividad lucrativa en muchos aspectos: es una verdadera escuela práctica de relaciones humanas, ofrece a los jóvenes el placer de experimentar un testimonio personal, les enseña a depender de Dios día a día, y los recursos financieros que se obtienen abren las puertas hacia una universidad adventista. Para conocer más sobre el Ministerio del Colportaje ingrese aquí.  [Equipo ASN, Comunicación Unión Argentina]