Corte de Cinta: Iglesia Adventista en el sur de Chile inaugura dos nuevas casas de adoración para la comunidad
La Plantación de Iglesias y el Proyecto Hageo han venido al sur de Chile para edificar y efectuar los sueños de los miembros de la Iglesia Adventista, seguiremos avanzando a paso firme y constante de la mano del Señor.
La Iglesia Adventista en el Sur de Chile durante los últimos años ha tenido un férreo énfasis en las casas de adoración desde Angol hasta Punta Arenas.
Buscando dar un espacio de alabanza para la comunidad, ya sea construyendo o bien hermoseando templos del extenso sur de Chile. Y es que este es el fin de los proyectos “Plantación de Iglesias” y “Proyecto Hageo”.
Materializando los sueños de miles de hermanos quienes buscan un espacio para arrodillarse en conjunto frente al Altísimo.
Finalmente, la cinta ha sido cortada y dos nuevas casas de oración son extendidas con amor a la comunidad en el sur de Chile. Nos referimos a la Iglesia Hilohue Jireh e Iglesia de Chol-Chol.
Iglesia Hilohue Jireh
Esta primera tuvo su génesis con el sudor y las lágrimas de un fiel grupo de hermanos de Repocura Central, quienes por amor a Cristo y la comunidad decidieron ir y formar una nueva iglesia.
Este grupo sábado a sábado logró levantar reuniones en diferentes casas, comenzando así a crecer y llegar a los corazones de la gente con fe, sumergiendo en las aguas bautismales a nuevos hijos del Señor.
Con esta fe es que construyeron en 1986 la primera capilla, que sirvió durante décadas para dar techo a sus miembros, sin embargo, el envejecimiento de la estructura haría necesario una nueva imagen para la casa de Dios.
De esta manera, con la llegada del pastor distrital Daniel San Juan y con la ayuda conjunta entre los hermanos y la administración de la Iglesia Adventista en el sur de Chile, se daría lugar a la construcción de Hilohue Jireh.
Una gran bendición, que sin duda es agradecida por todos quienes colaboraron para hacer realidad este sueño. Uno que de igual forma es compartido por hermanos y hermanas de Chol-Chol.
Iglesia de Chol-Chol
La Iglesia de Chol-Chol comienza su historia con un grupo de ocho personas, quienes se reunían en un principio en la casa de un hermano, el grupo fue bendecido con más gente, y se hizo necesario reunirse en una escuela.
Una campaña finalmente tendría lugar junto con sus miembros en los tiempos del pastor Vásquez, reuniendo fondos para edificar el primer templo, según relata uno de los pioneros del proyecto, el hermano Arnaldo Merino.
El hermano menciona que el espacio ya se les hacía muy pequeño, haciendo necesario un templo… la campaña daría paso a la construcción de un nuevo hogar donde ponerse de rodillas.
Múltiples esfuerzos fueron hechos y diversos hermanos ayudaron para dar forma a este sueño, la Asociación Sur Austral en ese tiempo también aportaría en la construcción del techo de este templo construido hace más de 40 años.
Un nuevo sueño
Este inmueble se vería debilitado con el paso de los años, y más tarde sería demolido para plantar una nueva iglesia ideal para la comunidad, así lo señalaba el pastor Daniel San Juan, ex distrital de Galvarino.
“Este es un edificio nuevo para unas 120 personas aproximadamente con los estándares que pide la norma, ya que el anterior no cumplía la norma, este tiene los estándares que pide la municipalidad para este tipo de edificios”. Añade el pastor Daniel San Juan.
A finales de noviembre del 2021 la administración se trasladaría a Chol-Chol para poner la primera piedra del proyecto, un cofre simbólico, por todos los deseos de los miembros de iglesia.
El sueño hecho realidad
Un año más adelante, esta misma administración estaría presente para hacer el corte de cinta, haciendo realidad de la mano del Altísimo el sueño de los hermanos adventistas de Chol-Chol.
Un espacio optimo para desarrollar la vida en hermandad, elevar oraciones, cantar y traer nuevos amigos para unirse a nuestra fe.
La Plantación de Iglesias y el Proyecto Hageo han venido al sur de Chile para edificar y efectuar los sueños de los miembros de la Iglesia Adventista, seguiremos avanzando a paso firme y constante de la mano del Señor.