Noticias Adventistas

Fechas Especiales

Corpus Christi: ¿cuál es su significado y relación con la Biblia?

Conozca la visión bíblica sobre la importancia de los emblemas que recuerdan el sacrificio de Cristo.


  • Compartir:
La Santa Cena, tal como se describe en el texto bíblico, también apunta al regreso de Jesús. (Foto: Shutterstock)

El feriado del Corpus Christi es considerado sagrado por muchos cristianos. El origen de esta celebración se remonta al siglo XIII. La fecha fue instituida por el papa Urbano IV por medio de la bula “Transiturus de Hoc Mundo”, del 11 de agosto de 1264, para la celebración de la Eucaristía (Santa Cena).

Como ese Papa falleció antes de la promulgación, la ley se hizo efectiva recién en 1317 por el papa Juan XXII. Debería ser siempre celebrada en el jueves después del “Domingo de la Santísima Trinidad”, una referencia al jueves en el que Jesús cenó con los discípulos antes de su muerte.[i]

Lea también:

Dentro del pensamiento de la teología católico-romana, en la Eucaristía ocurre un fenómeno llamado transustanciación.[ii] Se cree que cuando el pan y el vino son consagrados por el sacerdote católico, hay un cambio metafísico en estos elementos y sus sustancias se transforman literalmente en sangre (vino) y en el cuerpo (pan) de Cristo.[iii] Cuando se celebra la misa, “un verdadero sacrificio es nuevamente ofrecido por Cristo en favor de los adoradores, así como ocurrió en la crucifixión”.[iv] Esa doctrina católico-romana fue formulada por Tomás de Aquino y se volvió el pensamiento oficial de la Iglesia Católica Romana en el Concilio de Trento.[v]

Sin embargo, la Biblia no corrobora la visión de la transubstanciación. Cuando Jesús se refiere al pan y al vino (Mateo 26:26-28), está usando un lenguaje metafórico y no literal. Además de eso, las Escrituras afirman claramente que Cristo se ofreció en sacrificio por los pecados de la humanidad solo una vez (Hebreos 9:28).

Lenguaje simbólico

Cristo emplea el uso de figuras del lenguaje en diversos momentos. Juan 6:53, 54 es un ejemplo de eso.[vi] El pan y el vino (jugo de uva) son simbólicos: “El pan representa a Jesús como una persona; el jugo de uva es un símbolo perfecto de su sangre expiatoria”.[vii] Tomar parte en la Cena del Señor con estos emblemas es celebrar el gran sacrificio hecho por Cristo en nuestro lugar y “simboliza una apropiación personal, por parte del creyente, de los beneficios de este hecho, y su unión personal con el Señor”.[viii]

Además del sacrificio expiatorio de Cristo celebrado en este importante ritual, el apóstol Pablo agrega un segundo elemento. Él dijo: “Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” (1 Corintios 11:26). En otras palabras, celebrar la Cena del Señor no es solo recordar el gran sacrificio que él realizó en nuestro favor, sino también un recordatorio de que él volverá.

En la cena celebrada en el aposento alto con los discípulos, Jesús sustituyó la celebración de la Pascua por la Cena del Señor y dijo: “Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre” (Mateo 26:29). Esta promesa se cumplirá en la Cena de Bodas del Cordero (Apocalipsis 19). Mientras aguardamos ese día, debemos tomar parte de manera digna en la Cena del Señor (1 Corintios 11:27), apropiándonos de los méritos del sacrificio de Cristo y confiando en su promesa de su regreso.

Lucas Hígor de Lima Pereira es teólogo y pastor distrital en Manaos, Amazonas.


Referencias:

[i] WALTERS, Barbara R. "The Feast of Corpus Christi". Penn State University Press, 2014.

[ii] BERKHOF, Louis. “Systematic Theology”. Grand Rapidis-MI: William B. Eerdmans Publishing, 1996. p. 645-646.

[iii] POHLE, Joseph. “The Sacraments: A Dogmatic Treatise: Volume 1”. Legare Street Press, 2022. p. 103.

[iv] ERICKSON, Millard J. “Teologia sistemática”. Vida Nova, 2015. p. 1085.

[v] KIESLER, Herbert. “Tratado de Teologia Adventista do Sétimo Dia”. Tatuí: Casa Publicadora Brasileira, 2015. p. 665-667.

[vi] Si lo que Jesús dijo fuera entendido literalmente, nuestro Señor estaría contradiciendo su propia Palabra que dice claramente que no debemos alimentarnos de sangre (Hechos 15:29). Siguiendo la misma línea de pensamiento, Jesús tendría que ser, literalmente, una vid (Juan 15:1), o una puerta (Juan 10:7). En el mismo capítulo 6 de Juan, Jesús dice que quien cree tendría vida eterna (v. 47) y que quien fuera a él sería resucitado en el día postrero (v. 44), mostrando claramente que lo que había explicado de manera literal en los primeros versículos (v. 43-47), lo explicó de manera metafórica en los últimos (v. 48-58).

[vii] Idem 5.

[viii] NEUFELD, Don F (editor). “Dicionário Bíblico Adventista do Sétimo Dia”. Tatuí: Casa Publicadora Brasileña, 2016. p. 251.