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¿Quién es su amo?

Será que los aparentes inocentes minions tienen algo que ver con el hecho de escoger quien es el maestro de la vida cristiana.


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Estaba llegando el cumpleaños número diez de mi hijo menor y yo no tenía idea del tema que deberíamos elegir. Cuando se tienen dos niños, parece que las opciones se agotan más rápido. Fue entonces que una amiga me mostró un sitio en Internet con temas listos, incluyendo todo el material para organizar una fiesta entera. Como a él le gustaban las criaturitas amarillas, divertidas y locas por las bananas del dibujo animado Mi villano favorito, ¿por qué no elegir el tema de los Minions? Todo estaba listo... Bastaba imprimir los envases y preparar los bocadillos.

Eso sucedió hace más de un año atrás. Ya hacía algún tiempo que investigaba sobre algunas estrategias que, en mi opinión, estaban siendo usadas para cautivar a los niños y presentarles asuntos bastante cuestionables. Asuntos que podrían, inclusive, comprometer su salvación eterna y confieso que también caí en el ardid. Fue solo cuando vi el avance de la película en la que ahora las tales criaturitas, aparentemente inofensivas, se volvieron los protagonistas que comencé a entender cuál era la gran cuestión.

La presentación del filme comienza con las siguientes palabras, mientras los personajes principales salen del mar, en una clara alusión a una línea evolutiva: “Los minions están en este planeta hace más tiempo que nosotros. Ellos tienen varios nombres...” Entonces, mientras nos distraemos viendo un dinosaurio que pisa a una criatura anfibia que estaba delante de los personajes, la narración continúa: “todos tienen el mismo objetivo: servir al villano más malvado del mundo”. En la secuencia aparecen todos los villanos a quienes los minions (lacayos) intentaron servir a lo largo de las eras: un tiranosaurio rex, un hombre de las cavernas, un faraón de Egipto, el general Napoleón y el conde Drácula. Usando un lenguaje indescifrable, a no ser por algunas pocas palabras conocidas, ellos conquistan la simpatía de niños y adultos, que pasan a alentar para que realmente encuentren el amo más malvado, a quien ellos podrán servir con toda la dedicación y pureza de sentimiento.

En su viaje, tres de los minions van a parar a Nueva York, donde conocen a Scarlet, una villana que les encarga robar la corona de la reina de Inglaterra. Eso sucede 42 años antes de pasar a servir a Gru, el personaje principal de la primera película en la que ellos aparecieron. Se ha tornado casi un patrón de algunas compañías de entretenimiento volver a contar historias conocidas mostrando el “antes”. Disney ya había usado esa fórmula en la película Maléfica, para contar lo que sucedió antes que la personaje se convirtiera en la terrible villana del clásico La bella durmiente. Warner Bros., en sociedad con J. K. Rowling, también lanzó una película para contar la historia 70 años antes de Harry Potter. Ahora Universal usa la misma estrategia.

Yo ya había leído alguna cosa sobre mensajes en Mi villano favorito, como la G en la ropa de los minions, que, según algunos, remite al símbolo masónico del Gran Arquitecto; la fijación de la pequeña Agnes por el unicornio (ser mitológico cuyo origen no tiene nada de inocente). Pero lo que realmente llamó mi atención en este nuevo dibujo, además de la enseñanza clara del evolucionismo, fue la frase: “Todos tienen el mismo objetivo: servir al villano más malvado del mundo”.

Después que Gru es presentado como un villano bonachón, por quien acabamos alimentando cierta simpatía, ahora queda todavía más clara la función de los minions: servir al villano. ¿Logra usted percibir la analogía contenida aquí?

Permítame usar un versículo de la Biblia que puede dar luz a la cuestión. Está en Hebreos 1:14, y dice lo siguiente sobre los ángeles: “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”

Ahora piense en la gran rebelión que hubo en el cielo. La Biblia nos dice que Lucifer, que antes fue un querubín, y que estuvo bien cerca del trono de Dios, convenció a la tercera parte de los ángeles de servirlo en vez de continuar sirviendo a aquél que los había creado. Después de la guerra en la cual Miguel luchó contra Satanás [el adversario], los ángeles pasaron a servir a quien cada uno eligió como amo (Apocalipsis 12:9).

En cierta ocasión, mientras estaba realizando una tarea corriente en casa, me vino a la mente el versículo de Mateo 24:24, en el que Jesús revelaba a los discípulos las estrategias que el enemigo usaría para engañar, si fuere posible, hasta a los escogidos. Quedé incomodada y recuerdo haber orado: “Señor, tengo hijos pequeños aun y una gran responsabilidad reposa sobre mí. ¿Será que voy a reconocer los engaños de Satanás?” La respuesta fue simple: “Todos los que quieran y me busquen lo van a saber”.

Sabe, la verdad está a nuestra disposición, pero me he preguntado si realmente queremos conocerla y si estamos buscando a Dios de la forma correcta para que nuestros ojos sean abiertos.

Vea este texto esclarecedor al respecto de las estrategias de Satanás: “Mientras ignoremos sus astucias [del enemigo y de los ángeles que lo eligieron como amo], ellos nos llevan notable ventaja; y muchos obedecen a sus sugestiones creyendo seguir los dictados de su propia sabiduría. Esta es la razón por la cual a medida que nos acercamos al fin del tiempo, cuando Satanás obrará con la mayor energía para engañar y destruir, él mismo propaga por todas partes la creencia de que no existe. Su política consiste en esconderse y obrar solapadamente” (Ellen White, La verdad acerca de los ángeles, página 12).

Después de tener esa noción, me senté con mi hijo y le mostré el mensaje oculto que ahora se volvía tan claro. Él comprendió y decidimos que en nuestra casa no debería haber espacio para cualquier cosa que hiciese referencia a los ángeles malos, aunque ellos pareciesen “tan guapetones”.

Ahora, usted también lo sabe...

Neila Oliveira

Neila Oliveira

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Licenciada y posgraduada en Letras, trabaja en la redacción de la Casa Publicadora Brasileira (CPB) hace más de 30 años. Es autora de libros infanto-juveniles y coordinadora editorial de la Lección de la Escuela Sabática de los adolescentes en portugués.