Casi no tengo tiempo de ver las noticias. Generalmente me informo por los diarios y por Internet, lo que me permite ser más selectivo. Pero, hace algún tiempo atrás, por casualidad vi un reportaje que me llamó la atención en el noticiario de la noche. El reportaje destacó el tema de la tapa de una de las ediciones de la revista Science. El tema era la increíble arquitectura del genoma y la capacidad que el ADN tiene de almacenar información que supera a la de los computadores más potentes conocidos. El reportaje televisivo estuvo lleno de adjetivos de admiración de los investigadores y presentadores, pero terminó diciendo que fue la naturaleza que encontró esa “solución elegante” para almacenar información. En ese momento, mi hija, que en ese entonces tenía siete años, me miró y frunció el ceño. Claro, hasta un niño (desde que no esté condicionado por el naturalismo filosófico) se da cuenta de la incoherencia de diseño e información, y del hecho de negar al Diseñador y fuente de información.

El hecho es que, si el genoma de cada célula se estira, tendría más o menos dos metros de largo. Pero, ¿cómo se enrollan las moléculas de ADN dentro de la célula, sin enredarse y sin formar nudos? Esa pregunta fue respondida por investigadores de las universidades de Harvard y MIT, en los Estados Unidos. Ellos descifraron la estructura tridimensional del genoma humano, generando la primera imagen 3D del ADN en su estado natural, en el interior de una célula.

“Sabemos hace poco tiempo que el ADN, en pequeña escala, tiene la forma de una doble hélice”, dijo el investigador Erez Lieberman-Aiden, uno de los autores del descubrimiento. “Pero si la doble hélice no se doblara, el genoma de cada célula tendría dos metros de largo. Los científicos, de hecho, no entendían cómo la doble hélice podía doblarse para estar contenida dentro del núcleo de una célula humana, que tiene un diámetro 100 veces menor que un milímetro”.  Según un reportaje del sitio Innovación Tecnológica, al mapear tridimensionalmente el ADN, los investigadores descubrieron dos cosas sorprendentes. Primero, el genoma humano está organizado en dos compartimentos separados, manteniendo los genes activos fácilmente accesibles, mientras el ADN no utilizado permanece más compacto en otro compartimento.

Los cromosomas se deslizan de dentro hacia fuera de los dos compartimentos repetidamente, según sus ADN se vuelven activos o inactivos. “De manera muy inteligente, las células separan los genes más activos, haciendo más fácil para las proteínas y otros reguladores alcanzarlos”, dijo Job Dekker, otro miembro del equipo.

El segundo descubrimiento es que el genoma adopta una organización muy inusual conocida como fractal. La arquitectura específica que los científicos encontraron, llamada “glóbulo fractal”, permite que la célula empaquete el ADN en un formato increíblemente denso, la densidad de información alcanzada es trillones de veces más alta que la encontrada en una memoria de computador. Y esto, sin permitir que el genoma se enrede o forme nudos, lo que inviabilizaría el acceso de la célula a su propio genoma. Además de eso, el ADN fácilmente puede ser desdoblado y nuevamente doblado durante los procesos de activación genética, represión genética y replicación celular.

¿Puso suficiente atención al la palabra diseño? Si no, es simplemente volver al primer párrafo del texto. Curiosamente, el artículo no dedica una línea, una palabra siquiera sobre la evolución de un mecanismo tan complejo (es la misma cosa que en el artículo publicado por la revista Science). Revelador, ¿cierto?