Charlie y Dawkins: el diablo estuvo a sus anchas
La semana pasada fue bastante agitada. Mientras las redes sociales fueron invadidas por cierto ritual llamado Desafío Charlie Charlie, la supuesta invocación a un demonio mexicano, Richard Dawkins, predicó por aquí (él tiene un libro cuyo título es E...
La semana pasada fue bastante agitada. Mientras las redes sociales fueron invadidas por cierto ritual llamado Desafío Charlie Charlie, la supuesta invocación a un demonio mexicano, Richard Dawkins, predicó por aquí (él tiene un libro cuyo título es El capellán del Diablo). Cuando se disponía a dejar Brasil, el 28 de mayo, en un vuelo hacia Los Ángeles, el biólogo ateo militante se tropezó, se lastimó la cara, le hicieron 5 puntos y no pudo embarcar. En Facebook, un internauta pícaro llegó a escribir “¡Dios realmente es brasileño!”. Bromas y provocaciones aparte, mientras estuvo en el país, Dawkins, quien debería hablar sobre ciencia, biología y evolucionismo, no se resistió y trató con subjetividades como el ateísmo, así como también insultó a los creacionistas. Un ejemplo de eso es la entrevista que él le dio a Galileu. A la revista, él le afirmó lo siguiente: “nunca quise nada más que luchar contra el creacionismo”. Entonces, los habitantes del país gastaron dinero para traer a un biólogo que no vino a hablar sobre ciencia sino a atacar a los creacionistas.
Algo bueno de la entrevista que Dawkins le concedió a la revista Galileu fue que reconoció que no hace investigaciones: “Creo que después de escribir El gen egoísta básicamente me aboqué al camino de escribir libros en vez de hacer investigaciones. Llegué a hacer un poco más de investigación pero obviamente no todo lo que hubiera hecho si no me hubiera dedicado a escribir libros [que rinde más]. Y no me arrepiento de eso, de cierta forma sí, pero probablemente hice más por la ciencia al escribir libros de lo que hubiera hecho a través de una investigación muy restringida que hubiera sido posible hacer [¡cuánta modestia!]. Nunca hubiera sido un gran investigador, de todas maneras. [Hay gente que dice, incluso ateos, que él no es ni pensador, ni escritor ni filósofo].
La revista Veja también le dio bastante espacio a Dawkins para que hablara de lo que quisiera. André Petry es fanático de Darwin (ver) y admirador de Dawkins. Y fue a él a quién la revista le asignó la tarea de entrevistar al biólogo ateo más insensato de nuestro tiempo. Sería como pedirle a un cardenal que entrevistara al Papa o que Marcelo Crivella entrevistara al “obispo” Macedo. ¿Qué cree que sucedió? ¡Lógico! La entrevista fue una conversación amistosa entre iguales. Petry tiraba los centros para que Dawkins cabeceara. No le hace preguntas incómodas, no cuestiona, no presiona como debe hacerlo un buen periodista. Una vez más la revista Veja ofrece su tribuna de páginas amarillas y deja que Dawkins hable a gusto. Y vea algunas de las cosas que dijo:
“Ciertos órganos complejos y funcionales, como los ojos, por ejemplo, gradual y progresivamente, se van haciendo más eficientes en la ejecución de sus tareas”. Petry, ¿por qué no le preguntaste cómo? ¿De qué manera los ojos “surgieron” y se hicieron más complejos si eso depende del surgimiento y mejoramiento de la información genética? ¿La información compleja surge de la nada?
¿La evolución puede contradecir las leyes de la termodinámica y desafiar la entropía?
Otra frase: “Obviamente, la conciencia evolucionó como una prioridad emergente de los cerebros. Nosotros, los seres humanos, tenemos conciencia. Por lo tanto, lo que sí es seguro es que, en algún momento, nuestros ancestros obligatoriamente desarrollaron conciencia”. ¿Solo porque es Dawkins puede usar tautologías como quiere? La conciencia surgió de la materia cerebral? ¿Cómo se prueba eso? ¿Tenemos conciencia porque tenemos conciencia? Es más o menos como decir que la casa es roja porque es roja. Las tautologías no explican nada. ¿Qué me garantiza que un conjunto de moléculas es capaz de dar origen a la conciencia? Y si nuestra conciencia depende de una agrupación casual de moléculas, ¿por qué debo confiar en ella? Es decir, ¿por qué debo creer que el montón de moléculas que forma el cerebro de Dawkins puede general pensamientos confiables? ¿Por qué debo creer en sus opiniones?
Naturalismo filosófico
“No existen grandes debates teológicos. La teología es un no tema, que carece de contenido”. Me gustaría verlo hablar claramente, delante de Stephen Hawking, que la teoría de los multiversos, las branas y otros conceptos son un “no tema, que carece de contenido”. ¿Y qué decir del naturalismo filosófico al que él defiende con uñas y dientes? ¿Es un tema con contenido? ¿Qué evidencias empíricas hay de que el Universo y la vida surgieron de la nada y que la materia habría dado origen a las leyes y constantes finamente ajustadas, o que esas leyes habrían posibilitado el origen de la materia? El naturalismo filosófico es, en sí mismo, un concepto que no puede ser sometido al método científico. Entonces, por favor, Dawkins, evite decir que la teología es un “no tema”. Grandes intelectuales a lo largo de la historia han dedicado sus energías mentales y su tiempo al estudio de algo que, si fuera real (y hay buenas evidencias de que lo es) se convierte en la mayor de todas las ciencias: el estudio de Dios. La falta de creencia de Dawkins (o de quien quiera que sea) no puede ser motivo para considerar que la teología es irrelevante, y aún más si consideramos que, según Richard Panek, conocemos solamente el 4% de la realidad que nos rodea. Es muy pretensioso creer que el método científico es suficiente para ofrecernos respuestas absolutas como las de Dawkins.
Otra declaración para comentar: “El Universo, el mundo y la vida tienen complejidad suficiente. No es necesario que importemos la complejidad manufacturada e inventada de la teología”. Claro que no es necesario. Es la misma ciencia la que nos convence de lo que Pablo afirma en Romanos 1:19-20, por ejemplo. Es la misma ciencia la que nos muestra cada vez más cuán complejo es el Universo y que todo proyecto presupone la existencia de alguien que lleve a cabo el proyecto. ¿No fue la ciencia la que convenció al director del proyecto, el Dr. Francis Collins, a abandonar su ateísmo? ¿No fue la ciencia la que llevó a Antony Flew, considerado el mayor filósofo ateo del siglo XX a declarar que Dios existe? Además, ¿qué contribuciones científicas de Dawkins se pueden comparar a las contribuciones a la ciencia de un Pasteur o un Collins? Dawkins es un teorizador que no debe pisar un laboratorio hace muchos años, de lo contrario, no tendría tiempo para escribir tantos libros en los cuales destila su odio contra Dios (que la psicología podría explicar).
Dogmas y doctrinas
Petry comenta: “a medida que el conocimiento científico sobre el mundo se va ampliando, se hace más difícil creer en ciertos dogmas religiosos, como la idea de que la humanidad tiene solamente 6.000 años de existencia”. Es claro que Dawkins aprovecha también esta oportunidad para hablar. Sucede que Petry parece que ni sabe la diferencia entre doctrina y dogma, o quiso usar la palabra realmente en un sentido peyorativo. Para los católicos, un dogma es una afirmación del Espíritu Santo por medio del magisterio de la iglesia. Las doctrinas bíblicas son conceptos revelados por el Espíritu Santo por medio de los profetas inspirados. Bueno, para un ateo, no tiene mucha diferencia, pero para un creyente sí. De cualquier manera, a final de cuentas, los peores ataques son siempre contra los creacionistas que creen en la literalidad del relato de la creación de Génesis.
Y aquí viene Dawkins nuevamente: “la ciencia podría haber progresado más rápidamente en un mundo no religioso”. Dígales eso a los padres de la ciencia, gigantes del tamaño de Newton, Galileo, Copérnico, Kepler y otros. Hay estudiosos que atribuyen justamente a la cuña del cristianismo el desarrollo de la ciencia moderna (ver). Allí llega Dawkins e intenta actuar como un revisionista profético, hablando sobre lo que podría haber sido de la ciencia si no hubiera existido la religión.
En la autobiografía de Dawkins recientemente escrita, él imagina que si los niños no tuviera contacto con los cuentos de hadas, tal vez no creerían en Dios. Se olvida, sin embargo, de que justamente fue el cristianismo el que ayudó a desterrar a las religiones del misterio, panteísmo, ocultismo, misticismo. La creencia en un Dios lógico, racional, personal es el mejor antídoto contra el misticismo y brinda las presupuestos sobre los cuales está fundada la ciencia. Además, vea lo que escribió un filósofo ex ateo a quien la revista Veja nunca entrevistó: “El secularismo vivido en Europa y exportado al mundo deja al interior del individuo arruinado y lo hace vulnerable a cualquier tipo de creencias” (Ravi Zacharias, A Morte da Razão, p. 21).
Me gustaría haber leído una entrevista cuestionadora como las que hace la revista cuando el entrevistado es otro, pero no fue así, desgraciadamente. Realmente, fue una semana agitada. Mientras el diablo hizo lo que quiso con los que jugaron con él, Dawkins dejó su marca de ateísmo por donde pasó. De una u otra manera, quien salió con ventaja fue el verdadero Charlie.
Pero es eso solo por ahora...