Argumento contra el naturalismo y los falsos ingresos
Hace algunos días salió en el periódico Folha de São Paulo, un artículo relatando que algunos ingresos de visitantes para el juego en el Itaquerão del Corinthians contra el Figueirense, llevaban a los hinchas a filas que ni siquiera existían. Muchos,...
Hace algunos días salió en el periódico Folha de São Paulo, un artículo relatando que algunos ingresos de visitantes para el juego en el Itaquerão del Corinthians contra el Figueirense, llevaban a los hinchas a filas que ni siquiera existían. Muchos, saliendo del caos que fue el partido, relataron que "tenía que mejorar 99% para el mundial"[1]. Definitivamente, la sensación que fue dejada en los hinchas de ese partido fue de desconfianza y decepción en relación a los organizadores, no solamente de ese partido, sino del Mundial que comenzó hace algunos días.
Esta noticia es una perfecta ilustración de una teoría filosófica elaborada por Alvin Plantinga en su libro “Where the Conflict Really Lies”[2] [Donde el Conflicto realmente está - traducción libre pues el libro todavía no está traducido al español]. De acuerdo con Plantinga, en primer lugar, la probabilidad de que nuestras facultades cognitivas sean confiables, si el naturalismo y la evolución son verdad, es muy baja.
El uso de sus facultades cognitivas es lo que determina su entendimiento de la realidad y elabora una creencia a través de conocimientos que usted adquiere a través de la razón, memoria, percepción, etc. Por ejemplo, si usted ve una cuenta matemática que muestra que 2+2 = 4, sus facultades cognitivas van a concordar con esta cuenta matemática. Sin embargo, si usted ve escrito que 2+2 = 5, la reacción sería contraria. Por lo tanto, de acuerdo con esa idea, si el naturalismo (la teoría de que todo es natural, no existe Dios en nuestra creación o desarrollo) y el evolucionismo fueran aceptados, no tenemos ningún motivo para creer que nuestras creencias de lo que es verdad y mentira sean correctas. ¿Por qué? Simplemente porque si el evolucionismo fuera verdad, todo lo que hicimos fue para la sobrevivencia (la sobrevivencia del más fuerte como usted ya debe haber escuchado).
Para citar un naturalista diciendo prácticamente la misma cosa, lea esta cita de Charles Darwin, el propio creador de la idea del evolucionismo sin actuación divina: "Conmigo, la horrible duda siempre surge de si las convicciones de la mente del hombre, las cuales se han desarrollado de las mentes de animales inferiores, son de algún valor o son confiables en lo absoluto; ¿alguien confiaría en las convicciones de la mente de un mono...?”[3] No solamente Darwin, sino muchos naturalistas modernos se dan cuenta del gran problema de creer en el discernimiento del ser humano para saber verdades, siendo que, de acuerdo con ellos, no fuimos evolucionados para saber la verdad sino para sobrevivir.
Entonces surge una pregunta muy interesante. Si, a través del naturalismo y la evolución, no podemos confiar en la cognición humana, entonces no podemos confiar en que naturalismo y evolución son de hecho verdaderos! En pocas palabras, naturalismo y evolución ¡se dan un tiro en el propio pie!
[1] http://www1.folha.uol.com.br
[2] Alvin Plantinga, Where the Conflict Really Lies (New York: Oxford University Press, 2011)
[3] Carta a William Graham, 1881