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El estado islámico y el futuro de la arqueología en Irak

Hace unos cuatro meses tuve una idea. “Voy a ir a Irak”, pensé. Ya estaba en mis planes un viaje a Jordania, vecina de Irak, por tres semanas, para participar de una excavación en un sitio arqueológico mantenido por la Universidad Andrews University...


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Hace unos cuatro meses tuve una idea. “Voy a ir a Irak”, pensé. Ya estaba en mis planes un viaje a Jordania, vecina de Irak, por tres semanas, para participar de una excavación en un sitio arqueológico mantenido por la Universidad Andrews University (EUA). Siempre estuve fascinado por las historias bíblicas que involucraban Babilonia y Nínive. En la adolescencia, comencé a leer sobre la historia de esas dos importantes ciudades de la Mesopotamia, actualmente en territorio de Irak. ¿Qué más podría desear si no ver con mis propios ojos lugares con un tremendo significado bíblico e histórico?

Pero, algunas cosas dificultaron la ejecución de mi plan. Entré en contacto con la embajada brasileña en Irak. Dijeron que no era muy recomendable ir debido a la situación inestable del país, y la presencia de varios rebeldes terroristas, pero afirmaron que podrían organizar un convoy con seguridad para visitar esos lugares, ya que los brasileños que trabajan allá todavía no conocen esas dos localidades. Mi entusiasmo con ese email fue tan grande como la indignación de mi esposa al oír mi itinerario deseado. Colocando en perspectiva, ¿qué es mejor, ver ladrillos de aproximadamente tres mil años, o tener una esposa feliz dentro de casa? Entonces pensé: “Quién sabe, no ahora, pero de aquí a algunos años cuando la situación esté más calma”.

Infelizmente, tuve que cambiar nuevamente mi opinión. Durante mi período en Jordania, un grupo terrorista, creado en 2006, y sin mucha expresión política en la región, surgió con una tempestad sobre Irak. Se trata de ISIS (en inglés: Islamic State of Iraq and Syria) o sea Estado Islámico de Irak y Siria (ELIS). Recuerdo haber leído un artículo de CNN sobre el terror que ese grupo estaba causando a los iraquíes y sirios, y afirmaba: cuando vemos un grupo terrorista inteligente y con un fanatismo religioso latente, toda y cualquier agencia contra terrorismo siente miedo.

El miedo es la palabra principal para los cristianos que viven, o vivían en el norte de Irak. Centenares de miles de ellos fueron expulsados de sus casas en Mosul. Los que quedaron son ejecutados u obligados a pagar una suma de dinero. Fue al comienzo de este mes que por primera vez, en aproximadamente 1.600 años, no hubo un culto cristiano en la ciudad de Mosul. Esa es sin duda una de las mayores persecuciones que el cristianismo ya enfrentó en esa región. Irónicamente, el fallecido dictador Saddam Hussein, cuyo nombre despierta en cualquier persona de occidente malos pensamientos, proveía lo necesario a su pueblo, y además, permitía que los cristianos vivieran en paz en el país y construyeran sus iglesias. La Iglesia Adventista del Séptimo Día, por ejemplo, contaba con varios locales de culto en Irak, en aquella época. Fue solo después de la invasión americana de 2003 y la ejecución de Saddam en 2006, que Irak se transformó en un paraíso para los terroristas y perdió su libertad religiosa.

Ubicación de Mosul, en el norte de Irak.

La masacre de cualquier grupo de personas causa tristeza e indignación. Pero el referido grupo terrorista tiene otros objetivos: destruir lugares y objetos de gran importancia para la historia islámica y bíblica, con la explicación de que tales lugares llegan a ser símbolos de idolatría, no de adoración. Hace aproximadamente dos semanas, un amigo iraquí colocó un video en Facebook de una explosión en Mosul. Las ruinas de la antigua Nínive, la segunda capital del imperio asirio, están en esa ciudad. Cual no fue mi sorpresa cuando traduje la leyenda árabe que decía “destrucción de Nebi Yunus, la tumba del profeta Jonás”. Cerca de una hora después recibí un email de una lista de la que soy parte (IraqCrisis) confirmando que el referido local había sido destruido. Difícilmente los huesos del profeta bíblico Jonás, hijo de Amitai, estaban allá, pero la riqueza histórica del lugar y su destrucción son lamentables.

Relieves asirios encontrados en las excavaciones de Nebi Yunus, en Mosul.

Rebeldes de la ISIS destruyendo una estatua asiria de 3 mil años.

Como se ve, la riqueza arqueológica de Irak, y de Siria también, está seriamente amenazada. Se están haciendo tentativas para preservar patrimonios de la humanidad en aquella región, pero hasta ahora están solo en el papel. Sumado a eso, miembros de la ISIS están saqueando importantes sitios y vendiendo los artefactos en el ‘mercado negro’, para financiar sus operaciones. El mes pasado, apareció la noticia de que uno de los paneles del palacio real de Nínive, lleno de relieves e inscripciones cuneiformes, había sido robado. Pero todavía no tenemos una confirmación exacta. El hecho es que el responsable del museo arqueológico de Mosul fue preso por la ISIS, y terroristas están ‘protegiendo” el lugar.

Los innumerables agujeros son de excavaciones clandestinas hechas por rebeldes. Esta foto no es actual, pero ya fue informado que innumerables sitios arqueológicos de Irak están siendo destruidos por los rebeldes.

En mi texto “Los asirios y la plaza de Se” (https://noticias.adventistas.org/pt/coluna/luiz-gustavo/os-assirios-e-praca-da-se/), mencioné las atrocidades del imperio asirio durante el período del Antiguo Testamento. Decapitaciones, mutilación de cuerpos, e innumerables formas de tortura, eran algunas de las marcas distintivas de aquel ejército cuya capital era Nínive. Hoy, más de 2.600 años después la misma región se depara con un grupo sanguinario, que causa terror y desesperación en la población a su alrededor.

Para los que consideran a Dios pasivo frente a la maldad, va un ejemplo arqueológico: Nínive fue destruida en el 612 a.C. por los soldados del imperio de Babilonia, en esa época liderados por Nabopolasar, padre de Nabucodonosor.  La destrucción fue definitiva. La ciudad nunca más fue habitada. Unos tres siglos después, Alejandro el Grande, pasó por la región y gritó a su ejército, diciendo: “Aquí era donde estaba la gran Nínive”. Solo en 1840 los arqueólogos descubrieron sus ruinas.

No se engañe, la maldad que vemos de manera desenfrenada, sea en Irak o en su ciudad, será castigada, bien castigada.

Lo más cerca que llegué de Irak. En la Ruta 5, yendo al este de Jordania.

Luiz Gustavo Assis

Luiz Gustavo Assis y Marina Garner

Luiz Gustavo Assis y Marina Garner

Fe Racional

Arqueología bíblica y filosofía.

Título en Teología por la UNASP C2 (2007). Trabajó como capellán y profesor de Enseñanza Religiosa en el Colegio Adventistas de Esteio, RS, y como pastor Distrital en Caxias do Sul en Porto Alegre, RS. Actualmente está estudiando una maestría en Arqueología de Oriente Medio y Lenguas Semíticas en Trinity International University en los Estados Marina es Licenciada en Teología por UNASP C2 (2009). Es profesora de Educación Religiosa en dos escuelas Primarias y Secundarias de Porto Alegre, RS. Su área de investigación es la filosofía de la religión. Unidos.