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Movidos por principios: las finanzas y la unidad de la Iglesia

La centralización de los diezmos para su posterior redistribución fue el plan de Dios para mantener la unidad de su pueblo, y es válido para su Iglesia hoy.


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Cuando los israelíes desobedecieron el orden divino de centralización de los recursos, nunca más se convirtieron en un pueblo unido (Foto: Shutterstock)

Vimos en los dos artículos anteriores la manera bíblica de tratar con los recursos para el sostén del ministerio pastoral adventista. La pregunta que debemos responder es: el pueblo de Dios, ¿siempre reunió los recursos en un solo lugar para después pagar a los levitas de manera igualitaria? La respuesta es doble: sí, cuando andaban en los caminos del Señor; y no, cuando se apartaban de ellos.

Cuando obedecieron el principio de Dios

Veamos algunos ejemplos de cuando el pueblo era fiel a los principios del Señor, y llevaron los diezmos a un solo lugar, desde donde eran distribuidos:

  • Durante el reinado de Joás: “Mandó, pues, el rey que hiciesen un arca, la cual pusieron fuera, a la puerta de la casa de Jehová” (2 Crónicas 24:8).
  • Durante el reinado de Ezequías: “Entonces mandó Ezequías que preparasen cámaras en la casa de Jehová; y las prepararon. Y en ellas depositaron las primicias y los diezmos y las cosas consagradas, fielmente” (2 Crónicas 31:11,12).
  • En el tiempo de Nehemías: “Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino y el aceite, a los almacenes” (Nehemías 13:12).
  • En el tiempo de Malaquías: “Traed todos los diezmos al alfolí” (Malaquías 3:10).

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Cuando rechazaron el principio de Dios

Hubo un tiempo en que el sistema establecido por Dios fue desobedecido: durante el reinado de Jeroboam. La historia está registrada en 1 Reyes 12:26-28.

Usted, ¿recuerda que los reyes Roboam y Jeroboam dividieron el reino de Israel?  Roboam era nieto de David, pero tuvo desacuerdos con algunas tribus del norte, que decidieron que la familia de David no debería gobernarlas. Continuó reinando solo sobre las tribus de Judá y Benjamín, mientras que las diez tribus del norte eligieron a Jeroboam como rey. Jerusalén, donde todo el pueblo de Dios debería llevar los diezmos, estaba en la región del reino del sur. Entonces, el pueblo del norte debería atravesar la frontera y devolver los diezmos y las ofrendas en la casa de Dios, como siempre había hecho.

Sin embargo, Jeroboam pensó que, si el pueblo continuaba yendo a Jerusalén a devolver los diezmos y ofrendas, terminaría reuniéndose con el pueblo del sur, y ambos volverían a ser uno. Por eso, él hizo altares en las ciudades de Dan y Betel donde el pueblo por primera vez descentralizaría los recursos de la causa de Dios. El primer decreto como rey no fue que el pueblo dejara de guardar el sábado, sino que dejara de llevar los diezmos a Jerusalén.

Una estrategia para desunir la Iglesia

La verdad es que, cuando Satanás quiere separar al pueblo de Dios, lo primero que hace es descentralizar sus finanzas. De esta forma, cada uno trata los recursos de Dios como quiere, y la unidad de su pueblo se ve amenazada. A partir de aquellos tiempos, el pueblo de Israel nunca más fue uno.

¿Usted entiende ahora el peligro de que alguien diga que va a devolver el diezmo, pero solo si queda en la iglesia local? Como adventistas, no somos un solo templo, sino una familia esparcida por toda la Tierra. Tenemos una misión mundial, y no local. Siendo así, Dios planeó que los diezmos y las ofrendas sean usados para atender a todo su pueblo alrededor del mundo.

Espero, sinceramente, que usted, querido lector, haya entendido que la manera como la Iglesia Adventista administra los recursos no está basada en una invención humana, sino en un claro “así dice el Señor”. Esa es una de las formas de mantenernos unidos como Pueblo. Elena de White afirma: “La unidad constituye la fortaleza de la iglesia. Satanás lo sabe y emplea toda su fuerza para introducir disensiones. Desea ver una falta de armonía entre los miembros de la iglesia de Dios. Debería prestarse una mayor atención al tema de la unidad” (Mensajes selectos, t. 2, p. 182).

Usted, ¿desea adorar a Dios a través de los diezmos y ofrendas? Entonces tome la decisión de hacerlo, no como usted quiere, no como lo considera mejor, más lógico, o más fácil, sino de acuerdo con los principios y orientaciones bíblicas. Dios y su Palabra son la única base segura para nuestra adoración.

Josanan Barros

Josanan Barros

Primero Dios

Historias y pruebas de fidelidad a Dios en todos los momentos y circunstancias de la vida

Josanan Alves de Barros Júnior está formado en Teología. Es el actual director del departamento de Mordomía Cristiana de la sede sudamericana de la Iglesia Adventista. @JosananAlves