El uso responsable de las redes digitales y el fortalecimiento de nuestro mensaje
Como cristianos, debemos trabajar para que el ambiente en línea sea un lugar ético y pautado por la verdad
Estoy sorprendido. Mi cabeza está trabajando a mil. Surgieron muchas reflexiones a partir de una película documental que miré recientemente. Me refiero al documental llamado ‘A Rede Antissocial: Dos Memes ao Caos’ (La red antisocial: de los memes al caos). Estoy impresionado porque la propuesta de los autores de ese contenido presenta un análisis sobre la evolución y las consecuencias de las comunidades en línea, especialmente enfocando en la historia de una página web llamada 4chan y su transformación de un espacio de memes y humor a un epicentro de caos y desinformación.
De alguna manera, creo que podemos obtener lecciones valiosas que resaltan la importancia de un abordaje ético y consciente en la gestión de los contenidos digitales.
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Quiero contarles sobre ese documental. Explora la historia de usuarios y administradores de 4chan. Creada en 2003, la página tenía como objetivo ser un lugar de diversión, de compartir memes, humor, y al mismo tiempo era un foro de discusión anónimo. Pero se transformó en un terreno fértil para la diseminación de noticias falsas y teorías de la conspiración que contribuyeron para radicalizar a sus usuarios. Por medio de entrevistas y una narración bien estructurada, ‘A Rede Antissocial: Dos Memes ao Caos’ destaca que 4chan y otros foros de discusión dieron lugar a las redes sociales, que pronto darían lugar a las comunidades en línea, y las repercusiones que ellas tienen en el mundo real.
La película termina con un mensaje poderoso sobre la responsabilidad colectiva e individual del uso de Internet, de las redes sociales y de las comunidades que se crean en el ambiente digital. El punto principal, puedo decir, es que nuestras acciones en línea tienen consecuencias tangibles en el mundo físico. Por esa razón, es muy importante destacar la necesidad de desarrollar un comportamiento más ético y consciente en el ambiente digital.
Por eso, quiero dejar algunas reflexiones. Creo que necesitamos estar más atentos y desarrollar criterios responsables al gestionar contenidos y comunidades en línea. Permítanme poner algunas sugerencias:
- Educación y consciencia digital: Es esencial educar a nuestras comunidades y audiencias sobre el impacto de las noticias falsas (fake news) y teorías de conspiración. Debemos enseñarles a asumir la responsabilidad de lo que comparten en Internet. Promover la alfabetización mediática puede ayudar a crear una base de usurarios más crítica y consciente. Eso puede hacerse a través de las escuelas de comunicación regionales, webinarios, podcasts o disertaciones. Necesitamos hablar más sobre ese tema.
- Ética en la comunicación: Como líderes, tenemos la responsabilidad de garantizar que nuestras plataformas no sean usadas para diseminar odio o desinformación. Es fundamental implementar y reforzar políticas de uso responsable y ético de las redes sociales.
- Transparencia y credibilidad: Construir confianza a través de la transparencia es vital. Asegúrese que la información compartida esté verificada y que las fuentes citadas sean confiables. En ese sentido, necesitamos trabajar en la construcción de una reputación saludable. Debemos hablar más de lo que se hace y hacerlo en consonancia con lo que predicamos.
- Participación que ayude a edificar: Debemos incentivar a las personas a tener una participación constructiva y positiva en las plataformas digitales. Eso puede transformar a las comunidades en línea en espacios de aprendizaje y crecimiento mutuo, en vez de ser un lugar de divisiones y conflictos.
Finalmente, me gustaría resaltar que esta es una alerta poderosa sobre los peligros que puede ejercer el ambiente digital cuando no se adoptan los cuidados necesarios. Como cristianos, tenemos la responsabilidad de guiar a nuestras comunidades en línea hacia un uso más ético y consciente de Internet.
Vivimos en tiempos de oportunidades digitales. Pero tenemos grandes desafíos sociales ante nosotros a partir del uso de la tecnología. Creo que las palabras de Pablo registradas en la Biblia son oportunas para nosotros. “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos” (2 Timoteo 3:1). Al mismo tiempo, nos orienta en Efesios 5:15-17: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”.
Los tiempos son realmente desafiantes. Pero debemos dedicar tiempo para evaluar, pensar y proyectar. Así comprenderemos realmente la voluntad de Dios y usaremos la tecnología con fines poderosos para su gloria. Reflexionemos sobre nuestro papel y trabajemos juntos para promover una Internet que valore la verdad y la responsabilidad.