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Salud

Todo comienza en la cocina

La reducción del hábito de preparar los propios alimentos está empobreciendo la calidad de la alimentación y aumentando el exceso de peso


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Cocinar juntos puede ser una forma de mejorar los hábitos alimentarios de la familia. (Foto: Shutterstock)

Vea estos números alarmantes: el 60% de los brasileños tiene sobrepeso y el 22% son obesos. Eso es lo que dice la Encuesta Nacional de Salud realizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística en 2020. El exceso de peso en el país y el mundo se ha vuelto una epidemia. Se estima que en el año 2035 la mitad de la población mundial tendrá sobrepeso u obesidad. Así comencé a pensar cuán difícil ha sido para muchos controlar su peso.

Y todo comienza en la cocina. ¿Cómo es eso? Bien, el problema está relacionado a la comida, directa o indirectamente. Directamente porque el problema básico es el exceso de consumo de calorías. Indirectamente porque existen otros factores que terminan influenciando el hábito de comer, como el estrés, la depresión, el precio de los alimentos, etc.

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Pero, volviendo a la cocina, creo que es ahí donde comienza el problema. Siendo así, también es allí donde se encuentra la solución. La situación es que muchas personas no cocinan más. Y comer afuera está relacionado con comer más calorías, comer en mayor cantidad y, de alguna forma, es una comodidad para aliviar el estrés y otros estados emocionales.

Si eso es verdad, la solución, o parte de la solución, sería volver a la cocina y ver si el problema puede resolverse en el mismo lugar donde comenzó. Muchos reclaman que sus hijos no comen vegetales y solo quieren comer golosinas; pero, en general ellos son solo el reflejo de los hábitos alimentarios de los padres. La pregunta es: ¿será que, si hubiera más actividades alimentarias en la cocina que integren a los niños, eso podría cambiar la situación?

Jaime Oliver, un famoso cocinero británico, estuvo por algunos meses influenciando en las escuelas del sur de California, en los Estados Unidos, especialmente reestructurando los comedores e integrando a los niños en la compra, preparación y degustación de los alimentos. Los padres y empleados de la escuela eran escépticos con relación a ese programa y argumentaban que era imposible convencer a los niños de comer vegetales, granos integrales y frutas. En verdad, esos niños estaban tan poco familiarizados con alimentos saludables que ni sabían que el tomate era el ingrediente principal del kétchup y que las papas fritas estaban hechas de las papas. Tampoco lograban identificar muchos de los vegetales presentados por Oliver, como la berenjena, la espinaca y el pimentón.

Menú saludable

Oliver comenzó integrando a los niños en la preparación de las comidas. Ellos producían sus propios condimentos y ensaladas y elegían los ingredientes favoritos. Al participar de este proceso, y al poder escoger los diferentes tipos de alimentos y condimentos saludables, sentían la tentación de probarlos. Como consecuencia comenzaron a comer brócolis, repollo, pimentón y muchos otros. La solución estaba en la cocina.

Es común que muchos niños no conozcan los alimentos y ni de que están hechos varios platos que consumen. (Foto: Shutterstock)

En otra escuela secundaria en el sur de California, había una preocupación con la alimentación de los niños de que era realmente insalubre. Así, la administración decidió ofrecer opciones más saludables. Sin embargo, la mayor parte de los alimentos terminaba en los tachos de residuos. Por eso, decidieron modificar los recipientes de comida, haciéndolos semejantes a los que se usan en los restaurantes de comida rápida, como McDonalds, Pizza Hut y KFC. Para sorpresa general, los tachos de residuos no estaban tan llenos y las comidas saludables ahora fueron apreciadas.

Cocine con la familia

Si eso funciona en la escuela, debe funcionar también en las casas. Si funciona para los niños, funcionará para adultos también. A propósito, cuando me gradué de médico, a finales de los años 70, preparar una dieta para perder peso para un paciente era muy difícil, pues no había mucho apoyo de la familia y de los amigos. Nadie quería cambiar su dieta para ayudar al familiar con el problema de exceso de peso. Pero hoy el problema es general y todos pueden beneficiarse con alimentos más saludables.

Mi consejo es comenzar en la cocina. En primer lugar, intente reabastecer lo que está dentro de ella. Sí, intente sustituir sus alimentos y bebidas azucaradas por frutas. Sustituya sus granos refinados por granos integrales y legumbres. Luego, comience sus experimentos y consiga el mayor número posible de miembros de la familia para que se unan a su equipo. Haga pequeñas alteraciones en las recetas y permita que los demás experimenten y sugieran sabores diferentes.

Pero no exagere ni sea muy rígido con usted al comienzo, porque eso puede tener un efecto contrario. Una vez intenté hacer un postre de arroz con leche cambiando todos los ingredientes y poniendo solo los saludables: arroz integral, leche de soja y miel. No fue una buena idea y el resultado fue pésimo, yo no pude comerlo, y nadie de mi familia lo quiso, y hasta mis perritos rechazaron ese postre. Tuve que desistir de la receta del arroz con leche natural.

Alimentos naturales

Y mi último consejo es: cocine menos. De acuerdo con la mayoría de los platos y guías alimentarias, es necesario comer frutas y verduras en la mitad del volumen por comida. Eso facilitaría la experiencia en la cocina. Usted puede preparar ensaladas, arrollados y sándwiches y dosificar con vegetales. Puede enriquecer sus ensaladas mezclando más proteínas, como legumbres, nueces y semillas y tal vez hasta unas frutitas (arándanos, moras y frambuesas).

Una vez preparé una salsa, solo con pedacitos de tomate, cebolla y cilantro, todos crudos, con un poco de sal, limón y aceite. Esa salsa sencilla puede usarse con otros alimentos, con galletas saladas, en una pizza, como ensalada o tortilla, con chips, en un sándwich, entre otras.

El secreto es volver a la cocina. Reúna su equipo, incluya a sus hijos y abuelos y comience mañana. Tal vez el primer paso sería comprar la comida juntos. Pero todo comienza en la cocina: su salud, su felicidad, su alimentación y su control de peso.

“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).

Hildemar Santos

Hildemar Santos

Salud y Espiritualidad

Cómo prevenir enfermedades y tener una vida saludable.

Médico y docente de la Faculdad de Salud Pública en la Universidad de Loma Linda, Estados Unidos.