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Los riesgos que corre la imagen de Jesucristo

Esta noticia que leí, procedente de Argentina, publicada en diferentes medios de comunicación latinoamericanos, es un síntoma de algo mayor. Vamos a ver. Dos artista de la ciudad de Rosario, hace algunos días publicaron en sus perfiles de las redes s...


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Esta noticia que leí, procedente de Argentina, publicada en diferentes medios de comunicación latinoamericanos, es un síntoma de algo mayor. Vamos a ver. Dos artista de la ciudad de Rosario, hace algunos días publicaron en sus perfiles de las redes sociales versiones que hicieron de la conocida muñeca Barbie: María, madre de Cristo (o la Virgen, como es conocida en los países hispanos) y del muñeco Ken el mismo Jesucristo.

Ya hace tiempo que la imagen de Jesús se volvió un artículo popular y mediático. Y desgraciadamente de uso banal. Son películas, sitios, dibujos animados o no, novelas, programas de TV, radio, cuadros, obras teatrales, músicas, etc. En todas esas manifestaciones se ve un deseo de querer destacar uno u otro aspecto del carácter y de la vida de Jesús. No obstante, gran parte de esos materiales no posee ningún fundamento bíblico y muchas veces ni siquiera histórico. Jesús es retratado como un gran sicólogo, administrador, comunicador, maestro, líder, revolucionario, en fin, se usa la imagen de Cristo como referencia para innumerables áreas del conocimiento humano.
Y este nuevo muñeco de la línea Ken, que en realidad está basado totalmente en supuestas imágenes de cómo sería Jesús, solo refuerza el concepto de que la religión actualmente corre algunos riesgos. Hablo aquí específicamente de la religión cristiana y esencialmente de su personaje principal, Jesucristo. ¿Pero cuáles son esos riesgos y por qué son riesgos?

1. Jesús y sus enseñanzas se está volviendo una moda y no una verdad. Si por un lado la popularización de Jesús, cuya imagen está estampada desde en camisetas promocionales hasta tazas para tomar leche, puede parecer buena, por otro lado inspira cuidados. Hablando bíblicamente, Jesús y los principios sobre los cuales fundó su ministerio terrenal no son artículos de moda que puedan ser descartados fácilmente a gusto de las personas. En la Biblia, si usted lee versículos como Juan 17:17 y Juan 14:6, queda explícito que Jesús es la verdad y su Palabra también. Es completamente diferente pensar en una colección de ropa para determinada estación del año (cuyo interés es totalmente comercial) y pensar en enseñanzas consistentes y de profundidad inestimable como las de Jesús.

2. Jesús y sus enseñanzas se están volviendo banales como objetos de consumo. En uno de sus libros, el sociólogo polaco Zygmunt Bauman habla sobre cómo el consumo está asociado a la búsqueda desenfrenada de la novedad y a la actitud de descartar rápidamente lo que se considera obsoleto. Ese es otro riesgo que corren Cristo y el cristianismo cuando son transformados en meros productos comerciales, aun cuando sean productos abstractos. El consumo común de una mercadería tangible o de un concepto significa que, si determinado producto no fuera más adecuado para la necesidad del consumidor o perdiera alguno de los atributos que los hacen sensacional y atractivo, entonces puede y merece ser sustituido. Solo que en la Biblia la idea presentada es la de relación entre el ser humano y Cristo como algo personal, constante y que no depende apenas del interés humano. De acuerdo con el relato de Juan 15, Cristo dice que Él es la vid verdadera y nosotros somos las ramas y que quien permanece en Él da mucho fruto. En ese caso, no existe intercambio de Cristo por otro elemento. Si hubiera ese cambio, se rompería la relación de amor con Él. Cristo es Señor y Salvador soberano sobre la vida humana y no es una mercadería descartable que cayó en desuso o solo vale mientras satisfaga una necesidad específica.

3. Jesús y sus enseñanzas solo valen si fueran agradables al paladar, a la vista, al tacto, al oído o al olfato. Esa es la lógica comercial que permea cualquier tipo de negociación desde hace siglos. El problema es que la mercantilización de Jesús y sus enseñanzas lleva al riesgo de pensar en la iglesia cristiana como algo para solamente agradar a los cinco sentidos. Si agrada, es buena. Si no agrada por alguna razón, entonces es porque no es buena. Pero ni todas las enseñanzas de Cristo fueron agradables todo el tiempo para quien mantuvo contacto con Él aquí en este mundo. Él consiguió la enemistad, la incomprensión y la intolerancia de muchos al punto de ser muerto. Por lo tanto, Cristo no puede ser tratado como una mercadería, caso contrario perderá su fuerza e importancia y será apenas algo para ser contemplado, admirado y respetado, pero no obedecido.

Los muñecos de Argentina son apenas la punta del iceberg. Hay mucho más por atrás o por debajo de esa lógica que ya existe desde hace mucho tiempo. No hay forma de engañarse. La motivación, si vamos al concepto bíblico, no parecer ser la de llevar al Jesús bíblico más cerca de los adultos y de los niños. Sí parece ser la de consolidar su imagen como un producto de la mercadotecnia. Peligroso...

Felipe Lemos

Felipe Lemos

Comunicación estratégica

Ideas para una mejor comunicación personal y organizativa

Periodista, especialista en marketing, comunicación corporativa y maestro en la línea de Comunicación en las Organizaciones. Autor de crónicas y artículos diversos. Gerencia la Asesoría de Comunicación de la sede sudamericana adventista, ubicada en Brasilia. @felipelemos29