La increíble historia del héroe de guerra Desmond Doss, un adventista del séptimo día, es algo que nos hace pensar en algunos aspectos sobre la convicción de principios. Es bastante obvio que el nombre del soldado que salvó a decenas de personas en la Segunda Guerra Mundial tendrá mayor visibilidad mundial especialmente a partir del lanzamiento de la película Hacksaw Ridge. Su biografía, además, es tema de obras como Desmond Doss: objetor de consciencia (editora ACES, de Argentina), The story of an unlikely hero (editora Pacific Press, de los Estados Unidos) y otros estrenos que seguramente vendrán.

En primer lugar, es importante resaltar que la película hecha sobre Doss es una obra cinematográfica hecha por Hollywood, esto es, una industria preocupada en obtener ganancias  (como cualquier empresa). La película fue hecha para vender y seguirá los esquemas de esa finalidad. Que nadie espere de una película el papel que solo la historia en sí (la original vivida por el personaje mismo) puede ofrecer. La producción es una lectura de la biografía de Doss, así como los libros. Es un punto de vista con uso de recursos audiovisuales característicos. Nadie está obligado a apreciar la película, ni a verla o divulgarla. Hay libertad de optar o no por el consumo de ese tipo de producción.

Por otro lado, la película existe y llama la atención a algo mucho mayor. Leí un artículo muy interesante escrito por Brian Orme, en el sitio Church Leaders, que trata del efecto de una historia como esa en la mente de las personas. En uno de los trechos, el articulista afirma que “Doss y Liddell nos inspiran por esa misma razón. Ellos decidieron mantener sus creencias y prácticas religiosas por sobre cualquier cosa y persona en el mundo que intentó forzarlos o exigirles que actúen diferente”. Orme se refiere al hecho de que Doss no portó armas durante la guerra y respetó el sábado bíblico.

Testimonio real

La esencia del testimonio de fidelidad en la vida es, en mi evaluación, la convicción de principios.  No sé cómo será la película de Doss, pero en una cosa creo: su biografía en lo que se refiere a los valores defendidos durante la guerra hablaron y todavía hablan muy fuerte.

En una sociedad con escasez de referencias en varios aspectos, la figura de ese hombre llama la atención. Los proyectos, programas, acciones de las iglesias y religiones son importantes, pero lo que realmente provoca un interés mayor en las personas, para que deseen conocer una religión o un estilo de vida religioso, parece ser la vida de gente que no se quedó en la teoría sino que actuó. Y demostró en la práctica que sus convicciones son firmes a pesar de las críticas y de la incomprensión.

Y eso es verdadero según lo expresa la Biblia misma. No necesito dedicar tiempo aquí para decir que el ejemplo de vida de Jesús reunió a multitudes en los desiertos o la orilla del mar, en su corto ministerio aquí. Pero ¿por qué? Porque Jesús inspiraba a las personas. No era un informante del evangelio, sino alguien que experimentaba el evangelio y eso impresionaba a las personas que, sin prejuicios o miedos, lograban entenderlo.

Doss sufrió por no actuar en contra de su consciencia y hacer lo que comprendía ser la voluntad de Dios para su vida. Rescató a compañeros y demostró, más allá de eso que estaba consciente de que debía vivir por sus creencias. Ser coherente. El ejemplo de vida de Desmond Doss podrá llevar a millones a una reflexión sobre qué es la religión cristiana. Y claro, sobre el adventismo. La película ampliará este concepto, nos guste el producto final o no. Los libros sobre él tendrán una mayor atracción y su nombre se buscará con mayor insistencia en los medios virtuales. Pero lo que está por detrás de todos esos medios es mucho más importante.

Un cristianismo afirmado en firmes convicciones.