Una acción de marketing grandiosa...

¿Qué hace que se muevan las masas? ¿Cuál es el motivo que hace a un grupo de personas correr detrás de un objetivo único y mostrar al mundo que, muchas veces, la mayoría no tiene la razón? Si se preguntara, diez de diez profesionales de marketing dir...

Por Fábio Bergamo

31 octubre, 2013

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¿Qué hace que se muevan las masas? ¿Cuál es el motivo que hace a un grupo de personas correr detrás de un objetivo único y mostrar al mundo que, muchas veces, la mayoría no tiene la razón?

Si se preguntara, diez de diez profesionales de marketing dirían que la búsqueda incesante de las marcas es conquistar a una legión de fans. Fans que harían todo lo posible para que las marcas sean famosas, convirtiéndose en verdaderos abogados de las marcas y sus productos. ¿Es fácil llegar a eso? ¡Por supuesto que no! ¿Es barato? Menos todavía.

Algunas empresas, como la Harley-Davidson, Apple y Heinz, por ejemplo tienen consumidores que llegan a ser defensores absolutos. Son portavoces de las marcas, las marcas pasan a formar parte de su propia vida, como si fueran miembros de la familia.

Para tener este nivel de interés de los consumidores, los gerentes de marketing de estas y otras empresas disminuirían considerablemente los gastos de publicidad y propaganda en un estilo común, las que se encuentran en medios pagados como la TV, radio, periódicos y revistas. La inversión ahora está en el marketing de relaciones, haciendo cosas relativamente baratas, pero que dan un resultado más satisfactorio. Resultado: se construye la legión de los fans.

El sábado 26 de octubre de 2013, otra legión de personas convictas tomó Brasil. En el movimiento más grande de educación del país, un grupo se destacaba en la multitud, predicando, aunque en silencio y reclusión, su mensaje y misión. Eran defensores leales de su “marca”. ¿Quiénes eran estos jóvenes que parecían tener un tratamiento diferente?

El Examen Nacional de Enseñanza Media en Brasil vio, una vez más, la presencia de lo que los medios de comunicación llamaban, casi cariñosamente, “sabatistas”. Entre ellos, los jóvenes adventistas del séptimo día, grupo que siempre llama la atención por donde pasa, que llegaban a los puntos de pruebas de muchas formas: en grupos grandes, encabezados por líderes de la iglesia, en grupos más pequeños, muchos llegando del templo, donde habían estado más temprano. Por su puesto que los medios de comunicación informaron este evento. En un frenesí de informaciones que apareció en los diarios y páginas web de toda la nación, se vio un público que profesa un mensaje diferente. No importa: con la ayuda de las abejitas laboriosas (nuestros hombres y mujeres de comunicación), ellos son noticia. ¡Y qué buena noticia!

Es emocionante ver la lealtad que tienen estos jóvenes por el más noble de los propósitos. La belleza y la profundidad del gesto de aislarse, ayudados por decretos gubernamentales que defienden la libertad religiosa de nuestro país, demostrando a toda la sociedad que existen personas diferentes. Personas que pertenecen a un grupo que ve el mundo mejor, el porvenir, y que no se contaminarán con este mundo, incluso cuando se les exija hacer una prueba obligatoria.

¡Felicitaciones, ENEMZEIROS Adventistas! ¡Ese sábado, ustedes dieron traducción del mensaje dado desde los cielos para los hombres! Fueron verdaderos comunicadores, participando de un marketing con resultados que veremos por mucho tiempo. Un marketing hermoso y puro.

PARA LEER, VER O ESCUCHAR MÁS

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