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¡Un (no tan) pequeño pueblo muy feliz!

El Congreso de la Asociación General alimenta la real percepción de que somos una comunidad global, y eso debe inspirarnos y promover la integración.


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Centenas de naciones fueron representadas durante el 61er Congreso de la Asociación General. (Foto: Tor Tjeransen)

Después del periodo más crítico de la pandemia de la COVID-19, la Iglesia finalmente llevó a cabo su 61° Congreso de la Asociación General de los adventistas del séptimo día. Y, una vez más, logró transmitir en vivo prácticamente toda la programación, con traducción simultánea, dejándonos más cerca de la realidad de lo que ocurrió en la ciudad estadounidense de Saint Louis.

Como un enamorado de la geografía, la historia, las relaciones humanas y, principalmente, de esta Iglesia, el Congreso de la Asociación General es para mí algo fantástico. Nunca tuve la experiencia de seguirlo in loco, pero ver lo que se discute, lo que se define, los sermones y los informes (esto último, algo que me gusta mucho) es, para mí, algo más que solo deleite personal (que de hecho lo es). Es la certeza de que pertenezco a una comunidad real, con personas reales, con objetivos reales, independientemente de donde estén.

Viviendo en comunidad

El tema del sentido de pertenencia a comunidades es algo que está siendo incesantemente buscado por organizaciones, sociedades, marcas, influenciadores, o todo movimiento que tiene algún público con objetivos o ideologías similares. El sociólogo Bernard Yack, de la Universidad Brandeis, importante investigador internacional de política y filosofía, presenta el tema como una “forma de vida social cercana y altamente integrada” que “se destina a todos los grupos sociales”.[i] Participar de una comunidad, o sea, de un grupo social que dispone de un objetivo en común y que presupone integración, es algo buscado por todo ser humano. Somos seres sociales. Y yo diría más: ¡somos seres comunitarios!

El tema de la construcción y gestión de comunidades también fue cooptado por el área de marketing, específicamente por el marketing relacional. Con el advenimiento de la cultura digital y de las redes sociales, el tema ganó una inmensa proporción. Hoy incluso existe una nueva profesión: Community Manager, profesional responsable por cuidar y mantener a la comunidad de usuarios/clientes/fans de marcas y productos, generando contenido y estimulando la participación y la participación de todos. Mientras escribo este texto, veo que hoy, en la plataforma de búsqueda de vacantes en LinkedIn, hay 75 vacantes de Community Manager abiertas, prácticamente todas con contratación inmediata y urgente. Esto indica la importancia que el mundo le ha dado a las comunidades sólidas de personas que piensan, viven y se orientan de forma similar sobre los más diversos asuntos.

Una comunidad global

Al seguir completamente el último viernes y sábado del Congreso de la Asociación General, me calienta el corazón saber que hay una iglesia que, a pesar de (importantes) pormenores, sigue manteniendo el rumbo firme. Al ver al cantante Charles Haugabrooks, de quien soy un fan desde la famosa serie de conferencias de Mark Finley al final de los años 90, reaccionando a una pequeña multitud cantando “Siervos de Dios, la trompeta tocad” (Jesus is coming again) con tanto entusiasmo y emoción, de nuevo viene el recuerdo: ¡esto debe moverme todos los días! Y al ver a todos cantando con la misma fuerza este himno tan impactante, me puse aún más feliz: no solo yo pienso así, pertenezco a una comunidad. ¡Una comunidad global!

Usted puede, y con razón, no estar de acuerdo con varias cosas: la toma de decisiones, direcciones a las cuales llevan estas decisiones, participación, pormenores locales, entre otros puntos. Creo que esto es saludable. Pero también es importante entender que la Iglesia Adventista es un barco cuyo rumbo es el puerto seguro, que tiene una misión definida y clara. Y yo, usted, y cualquier otro adventista debe, con todas sus fuerzas, traer más personas para este barco, no importa donde estén. Las discusiones y los debates internos sobre procedimientos y metodologías son importantes, siempre que no hagan que la comunidad sucumba. ¡Foco en el blanco!

El Congreso de la Asociación General de la Iglesia Adventista es una confirmación de nuestra comunidad y debe ser un renovador de nuestro sentido de pertenencia. Si usted no lo siguió, aproveche todo lo que está grabado y mírelo. Vea los sermones, siga las discusiones y los informes mundiales. Aliméntese de las reflexiones espirituales, de los llamados al servicio, de las lindas historias misioneras. Considere aún más que usted, junto a los más de 21 millones de adventistas en todo el mundo, tiene una misión que se renueva cada día en este planeta. Sea feliz y siéntase bendecido por ser parte de esta comunidad.

Para ver y escuchar más
Sermón final del pastor Ted Wilson en el 61° Congreso de la Asociación General de la IASD, que reitera nuestro sentido de comunidad y nuestras creencias fundamentales (con traducción simultánea al español), comienza en el minuto 03:50:00.

Referencias:

[i] YACK, Bernard. The Problems of a Political Animal: community, justice, and conflict in Aristotelian political thought. Berkeley: University of California Press, 1993, p. 26.

Fábio Bergamo

Fábio Bergamo

Marcas & Marcas

El marketing y su relación con la religión

Doctor en Administración por la Universidad Federal de Bahía (UFBA), enseñó en diversas instituciones. Actualmente es docente en el área de Marketing, Estrategia y Tecnología en el Centro Universitario Adventista de Sao Paulo (Unasp), Brasil. Fue considerado uno de los 100 profesores de marketing más influyentes del Twitter por la SMM Magazine. @bergamomkt