¿Un cristiano Tinder?
Lea sobre el peligro de los sitios de relaciones interpersonales en este artículo.
Mi abuela conoció a mi abuelo en encuentros de familia. Mi madre conoció a mi padre en la iglesia. Yo conocí a mi marido en la facultad. Pero, actualmente, en la generación second life (segunda vida, en referencia al ambiente virtual), la forma popular de buscar compañeros es en Internet. “Encontrar un gran amor” ahora parece una expresión un tanto retroactiva. Y si el objetivo es “pescar” a alguien, el lugar más propicio para eso parece ser la red.
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“Dar match” es la forma moderna de iniciar una relación, seria o casual. Realmente las cosas cambiaron. De repente, yo, con solo 28 años, me cansé de investigar en Google qué era ese tal “match”. La palabra en inglés significa algo como “combinar”, “corresponder”. Bien, ¿pero qué tiene que ver eso con lo que estamos hablando? Todo comienza con la aplicación popular de relaciones Tinder.
Funciona así: si te gusta la foto de alguien y esa persona demuestra interés en la tuya, DA MATCH. A partir de ahí, la aplicación abre un chat para que ustedes conversen y marquen un encuentro.
Ya que el objetivo es llamar la atención a través de todos, obviamente, los usuarios de la APP no dudan en colocar clips sensuales para parecer más atractivos. Para muchos, la idea de la aplicación parece interesante, para otros, peligrosa o hasta desgastante. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad del Norte de Texas, en los Estados Unidos, asoció aplicaciones de relaciones a inseguridad y baja autoestima. Los resultados del estudio, publicados recientemente en el periódico científico Body Image, revelaron que el hecho de ser juzgado por su foto con un simple deslizar de dedos (para la izquierda, rechazo, para la derecha, aprobación) daña la forma como la persona se ve a sí misma, haciéndola más insegura y extremadamente insatisfecha con la apariencia.
De acuerdo con el artículo publicado en la revista Veja, “el nuevo estudio mostró que las personas que utilizan el Tinder se sienten más infelices con su apariencia, se preocupan más con el hecho de ser atractivas y tienden a compararse más con otras personas”. Para sorpresa de los investigadores, los hombres revelaron menor autoestima que las mujeres. Por otro lado, las personas que prefieren relacionarse fuera de la web suelen preocuparse menos con su apariencia física porque no se sienten expuestas a una evaluación.
Y esas conclusiones de estudio no deberían asustar. Reflexiona un poco en el propósito inicial de las aplicaciones de encuentros: los extraños deciden si les gusta tu persona o si te rechazan a través de la evaluación de tu imagen. Nota que los sitios de relaciones dan poco espacio para que las personas escriban sobre sí, lo que hace que sean juzgadas, principalmente, por sus fotos. Y en una sociedad que predica tanto la ideología de no juzgar por la apariencia, eso suena un tanto incoherente, ¿no te parece?
“Los usuarios de sitios de redes sociales se concentran en sí mismos e intentan presentar una imagen a través de sus fotos publicadas que se aproxime a los ideales de belleza de la sociedad, y acentúan su apariencia. Con el pasar del tiempo, esa autopromoción y administración de impresiones, particularmente cuando son rechazados, solo empeora los niveles de auto objetivación, depreciación corporal y menor autoestima”, dijo Jessica Strubel, principal autora del estudio. “Nuestros resultados sugieren que Tinder representa un medio contemporáneo para las presiones de apariencia y su uso está asociado a una variedad de percepciones negativas sobre el cuerpo y sobre sí mismo”, continúa.
En las charlas que doy para solteros, siempre surge la pregunta: “Cómo encontrar una buena persona para enamorarse y casarse?”. Mi respuesta siempre es la misma: “Guarda tu corazón en el corazón de Dios, porque si está allí, estará rodeado de otros corazones que también se guardan en el mismo lugar”. Al hacer esto, te privarás de relaciones basadas en juicios y estereotipos.