En este exacto momento me encuentro sentada en la recepción de una agencia de publicidad esperando a una persona. No tengo idea de cuánto tiempo estaré sentada en esta cómoda butaca negra aterciopelada. La luz indirecta del lugar es una invitación a relajarse, y sinceramente al sueño. Casi automáticamente tomé mi celular para distraerme y tener la impresión de que el tiempo pasa más rápido. Cuando menos me di cuenta mi dedo estaba sobre la aplicación de un juego. Confieso que dudé si intentaba pasar algunas fases más, o si era mejor abrir Instagram.

Seré sincera con usted. Estoy luchando contra el trastorno de ansiedad. Gracias a la ayuda profesional y a los cambios en mi estilo de vida, estoy casi curada. Y si hay una cosa que aprendí en esta caminata es que no podemos permitir la paralización del cuerpo y del alma. Esa lección fue fundamental para que yo mejorara rápidamente. Entonces quise compartir el “descubrimiento” con mis seguidores. Ayer mismo coloqué en las redes sociales algo sobre eso.

Me gustaría compartirlo con usted:

¡Huya de la parálisis! Lo que más enferma y mata a la humanidad no es la infinidad de problemas, sino su paralización frente a ellos. No permita que las preocupaciones sean el sol de su universo personal. ¿Cuántas horas de sueño y de vida perdió al quedar contemplando su propia desgracia? Y, sinceramente, ¿eso le resolvió alguna situación? Ciertas situaciones no van a cambiar, por eso, cambie usted. Al final, lo que no tiene arreglo, no se arreglará. Otras cosas van a cambiar, entonces relájese. Quedarse mirando la barra de hacer download nunca adelantó ningún proceso, ¿no? Y hay situaciones que son inciertas, por eso, acepte que no tiene poder sobre ellas. La vida es lo que sucede mientras usted mira de manera hipnótica sus propias temporadas en Problemaflix. Vivir en plenitud no es exterminar las dificultades, sino mirar por sobre ellas y a ellas desde otra perspectiva, de preferencia en movimiento. Paralización de cuerpo y alma, no combina con quien fue elegido para vivir en abundancia.

Recordar este mensaje escrito por mí hace algunas horas me hizo reflexionar en cuan contradictorio sería ocupar mi precioso tiempo en esta tarde para quedarme paralizada ante un aparato electrónico. Parece cómodo enfrentar un período difícil en sensación de anestesia, ¿o no? En verdad, eso es exactamente lo que muchas personas recomiendan. “Descanse, no se exija, dedique un tiempo a usted” dicen. Ok, de hecho todo ser humano necesita respetar sus límites y cuidar su cuerpo y su alma. Solo que hay una confusión gigante entre CUIDARSE Y RENDIRSE. ¿Usted logra identificar en cuál de esas situaciones se encuentra en este momento?

Si se va a rendir, que sea en los brazos del Señor. Como dice Rick Warren, en su libro Una vida con propósito: “Rendirse a Dios no es resignación pasiva, fatalismo o una excusa para la pereza. No es conformarse con la situación”. A usted que enfrenta grandes dificultades, y se siente paralizado ante esa situación, le dejo la siguiente promesa bíblica: “Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra” (2 Crónicas 15:7).