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Comportamiento

Transforme su herencia familiar

Cómo romper ciclos negativos y crear un legado positivo para las futuras generaciones


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Las decisiones y hábitos de hoy impactan no solo el presente, sino también su herencia familiar. (Foto: Shutterstock)

La herencia familiar no se resume a los bienes materiales. Incluye valores, comportamientos y creencias que son transmitidos de generación en generación. Ese legado puede ser una fuente de fuerza y sabiduría, pero también puede cargar patrones negativos que afectan nuestras vidas y las de nuestros descendientes. Comprender esa dinámica es esencial para promover cambios positivos. Como nos orienta la Biblia, “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6).

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La influencia de la herencia familiar se observa en varias generaciones. En Éxodo 20:5, la Biblia nos revela que las acciones de los antepasados pueden afectar hasta la tercera y la cuarta generación. La escritora Elena G. White refuerza esta idea afirmando que los pecados de los padres impactan poderosamente a los hijos hasta la tercera y cuarta generación (Consejos sobre la salud, p. 49). Por eso, es crucial entender el impacto de las acciones de hoy en los que vendrán en el futuro.

Las prácticas y los hábitos se pasan sin cuestionamientos, como el apretón de manos, que simbolizaba paz y confianza. Hoy, continuamos esa práctica sin saber el motivo. Tendemos a reproducir historias familiares, pero no somos sus rehenes.

Las generaciones y sus influencias

  • Primera generación (abuelos): establecen los primeros patrones de comportamiento y valores. Sus acciones forman la base de lo que se transmitirá. Carl Jung[i] afirma que “a través de los padres, el alma de los niños es moldeada por las influencias de la cultura y de las tradiciones familiares”.
  • Segunda generación (padres): reproducen muchos comportamientos y valores aprendidos. Alice Miller[ii] observa que “los patrones emocionales y comportamentales de los padres se pasan a los hijos, que, muchas veces, repiten esos ciclos de generación en generación”.
  • Tercera generación (hijos): crecen bajo la influencia directa de los padres, absorbiendo comportamientos y valores familiares. Baldwin[iii] subraya: “Los niños son grandes imitadores; por eso, deles algo muy bueno para imitar”.
  • Cuarta generación (nietos): influenciados por la suma de todas las generaciones anteriores, representan la continuidad o transformación del legado familiar. Jessie Bernard[iv] afirma: “Lo que les dejamos a nuestros hijos no es solo lo que guardamos, sino también lo que compartimos con ellos”.

La ciencia de la epigenética

La epigenética estudia cómo nuestros comportamientos y el ambiente pueden causar cambios que afectan la forma en la que funcionan nuestros genes. Esos cambios pueden ser transmitidos de una generación a la siguiente, lo que ejercerá influencia en la salud y el comportamiento. A pesar de eso, tenemos el irrevocable poder de elección.

Romper herencias malas

Para transformar una herencia negativa en un legado positivo, considere las siguientes sugerencias:

Reconocimiento y aceptación: reconocer los patrones negativos existentes en la familia es el primer paso para el cambio. Virginia Satir[v] dice: “El cambio comienza con la toma de consciencia”.

Diálogo abierto: cree un ambiente en el que todos se sientan cómodos para hablar sobre emociones, miedos y experiencias. La comunicación abierta ayuda a resolver conflictos. Adrienne Rich[vi] afirma: “La comunicación es la clave para la comprensión y la resolución”.

Educación y autoconocimiento: busque conocimiento sobre cómo afectan los patrones familiares (eso incluye psicoterapia individual o familiar) el comportamiento y aprenda nuevas maneras de lidiar con las situaciones difíciles.

Modelar comportamientos positivos: sea un ejemplo positivo para las futuras generaciones. Demuestre valores como respeto y empatía. Gandhi[vii] dice: “Sea el cambio que quiere ver en el mundo”.

Perdón y curación: trabajar el perdón es esencial para romper ciclos negativos. C. S. Lewis[viii] lo describió bien: “Perdonar es liberar al prisionero y descubrir que el prisionero era usted”.

Conclusión

Transformar una herencia familiar negativa en un legado positivo es una tarea difícil, pero gratificante. Al reconocer los patrones nocivos y adoptar medidas activas para cambiarlos, podemos dejarle algo mejor a la próxima generación. A través del diálogo, la educación, la presentación de buenos comportamientos y perdón, construimos una herencia de amor, respeto y comprensión. Como está escrito en Deuteronomio 6:6, 7: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos […]”.

Al adoptar estas prácticas, ayudaremos a nuestras familias a crecer de manera saludable y feliz, lo que creará un impacto positivo y duradero. Construyamos juntos un futuro mejor, comenzando hoy.


Referencias:

[i] JUNG, Carl. Memories, Dreams, Reflections. Vintage, 1961.

[ii] MILLER, Alice. The Drama of the Gifted Child. Basic Books, 1981.

[iii] BALDWIN, James. The Fire Next Time. Dial Press, 1963.

[iv] BERNARD, Jessie. The Future of Marriage. Yale University Press, 1972.

[v] SATIR, Virginia. Peoplemaking. Science and Behavior Books, 1972.

[vi] RICH, Adrienne. Of Woman Born. Norton, 1976.

[vii] GANDHI, Mahatma. The Story of My Experiments with Truth.

[viii] LEWIS, C.S. Mere Christianity. 1952.

Conversación familiar

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Alacy Barbosa es pastor, educador y hace más de 30 años realiza encuentros de parejas y asesoramiento familiar. Está casado con Cristina y es padre de Emily. También es abuelo de cuatro lindos nietos. Es el director actual del Ministerio de la Familia de la Iglesia Adventista para ocho países sudamericanos. Henilson Erthal es pastor, educador, magíster en Terapia Familiar y Psicología de la Educación. Está casado con Giselly, y es padre de Heitor. Hoy dirige los departamentos de Familia, Educación y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista para los estados de Pará, Amapá y Maranhão.