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Las redes sociales y su impacto en las relaciones familiares

Como el contacto con el mundo digital está afectando la dinámica dentro de casa


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Escenas como esta, donde cada uno está en sus redes sociales son cada vez más comunes en las familias. (Foto: Shutterstock)

Vivimos en una era en la que la interconectividad global modela cada aspecto de nuestras vidas. Y las redes sociales emergieron como un factor dominante en ese escenario. A medida que el tapiz del siglo XXI se va formando con hilos digitales, las relaciones humanas, y en particular las relaciones familiares, enfrentan nuevos desafíos y dinámicas.

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El predominio de las redes sociales transformó la manera como comunicamos, compartimos y nos relacionamos unos con otros, redefiniendo las fronteras entre el espacio público y el privado. En este artículo conversaremos y profundizaremos en la comprensión de los efectos multifacéticos de las redes sociales sobre la unidad familiar, apoyados por estadísticas pertinentes e percepciones profesionales, proporcionando una visión holística de los desafíos que esas plataformas representan para los lazos familiares en el contexto contemporáneo.

El impacto en las relaciones familiares

A la sombra de la conectividad constante surgen cuestiones complejas que impactan el bienestar y la cohesión familiar. Aquí examinaremos cuatro dimensiones centrales de ese impacto. El análisis de estas cuestiones no solo ilumina los desafíos impuestos por las redes sociales, sino que también sirve como un llamado para una reflexión más profunda sobre la conservación de los valores familiares en la era digital:

 - Tiempo de calidad reducido: Los estudios indican que el tiempo promedio gastado en las redes sociales por los individuos es de aproximadamente dos horas y veinticuatro minutos por día (Datareportal, 2022). Esa dedicación prolongada puede reducir el tiempo de calidad pasado en interacciones cara a cara dentro de las familias, debilitando los lazos entre las personas.

 - Expectativas no realistas: Las redes sociales con frecuencia retratan vidas idealizadas, lo que puede crear expectativas no realistas y presión sobre los miembros de la familia. Esto puede llevar a sentimientos inadecuados o insatisfacción con la propia vida familiar.

 - Privacidad y confianza: La exposición de información personal y familiar en las redes sociales puede llevar a cuestiones de privacidad y confianza. Lo que deja claro por qué el 49% de los padres están preocupados por la seguridad de sus hijos en línea.

 - Conflictos y mal entendidos: La comunicación a través de las redes sociales puede ser propensa a mal entendidos por la falta de pistas no verbales. Esto puede resultar en conflictos entre los miembros de la familia.

Estrategias para mitigar desafíos

Según Pew Reswearch Center el 71% de los padres en Estados Unidos están preocupados por la cantidad de tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas. Un estudio de la Universidad de Michigan constató que el uso excesivo de redes sociales puede conducir a sentimientos de soledad y aislamiento social.

Debido a eso, enumeramos algunas estrategias que sirven para mitigar desafíos:

 - Establecer límites: Evitar o eliminar el uso de redes sociales dentro de casa, especialmente durante las comidas y encuentros familiares. Esto puede ayudar a promover la interacción directa y el fortalecimiento de los lazos familiares.

 - Educación digital: Educar a los miembros de la familia, especialmente a los más jóvenes, sobre el uso responsable y seguro de las redes sociales es crucial para proteger su privacidad y bienestar.

 - Comunicación abierta: Estimular una comunicación abierta y honesta sobre las experiencias en línea puede ayudar a identificar y resolver problemas relacionados al uso de las redes sociales.

 - Participación familiar: Participar juntos de actividades en línea, como juegos o redes sociales, puede ayudar a los padres a entender mejor el mundo digital de sus hijos y ofrecer orientación apropiada.

Elecciones sabias

A medida que navegamos por las aguas turbulentas de la era digital, las redes sociales surgen como una brújula que, si no está calibrada con sabiduría, puede desviarnos del curso de las conexiones familiares auténticas y significativas. El apóstol Pablo, en Efesios 5:15, 16, advierte: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”. Estas palabras hacen eco, con especial relevancia, en nuestros tiempos, exhortándonos a usar nuestro tiempo con prudencia, especialmente ante las distracciones omnipresentes de las redes sociales.

En un mundo donde las imágenes de felicidad fabricada son constantemente proyectadas en nuestras pantallas es crucial recordar el consejo de Proverbios 4:23: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”. La vigilancia sobre el contenido que consumimos y compartimos es esencial para mantener la pureza y la verdad en nuestras interacciones familiares.

La búsqueda de un ambiente familiar saludable y equilibrado en la era digital es una tarea que exige discernimiento y un abordaje proactivo. Así como en 1 Timoteo 5:8 se nos recuerda el imperativo de proveer para nuestros familiares, también debemos considerar que proveer no se limita solo a las necesidades físicas, sino que también se extiende al bienestar emocional y espiritual.

Por lo tanto, animamos a adoptar estrategias eficaces para mitigar los desafíos impuestos por las redes sociales. Esto incluye cultivar momentos de calidad en familia, establecer diálogos abiertos y enseñar sobre la importancia de la privacidad y del discernimiento en línea. Al hacerlo, no solo preservamos, sino que también fortalecemos los lazos que nos unen, manteniendo la llama de la comunicación familiar encendida en medio de las olas de información digital.

Después de todo, la comprensión y el manejo cuidadoso del impacto de las redes sociales en nuestras vidas familiares no son solo prácticos, sino que también son un llamado a vivir de manera que honre los principios bíblicos y las relaciones que valoramos. En un mundo cada vez más conectado, que podamos ser faros de luz y amor reflejando las verdades eternas en nuestros hogares digitales y físicos.

Conversación familiar

Conversación familiar

Conversación familiar

Pasando en limpio las relaciones familiares

Alacy Barbosa es pastor, educador y hace más de 30 años realiza encuentros de parejas y asesoramiento familiar. Está casado con Cristina y es padre de Emily. También es abuelo de cuatro lindos nietos. Es el director actual del Ministerio de la Familia de la Iglesia Adventista para ocho países sudamericanos. Henilson Erthal es pastor, educador, magíster en Terapia Familiar y Psicología de la Educación. Está casado con Giselly, y es padre de Heitor. Hoy dirige los departamentos de Familia, Educación y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista para los estados de Pará, Amapá y Maranhão.