Un grito desesperado
¿Son los cristianos fundamentalistas por guardar los principios divinos? Reflexione sobre los últimos tiempos de este mundo con este artículo.
¿Qué esperas del vagón de mujeres de un tren? Al menos yo esperaba respeto y delicadeza, sin embargo, no fue eso lo que sucedió el viernes 03 de marzo cuando me apresuré a tomar el tren hacia otra estancia, por la mañana. Si bien es cierto que, muchas personas viajan a su centro de labores en ese momento del día nunca imaginé lo que sucedería a continuación.
Esa mañana prometía ser una de las mejores de la semana, un sol radiante con clima seco, y el verdor del camino, me hacían agradecer a Dios por su creación.
Me apresuré a subir al vagón de mujeres para evitar cualquier accidente físico o emocional, me ubiqué cerca de una baranda ya que el vagón estaba repleto y necesitaba sostenerme, mientras todo aparentaba tranquilidad.
De pronto, cuando nos acercábamos a la segunda estación, vi que había muchas mujeres esperando subir, pero el vagón ya estaba lleno. Imagino que todas querían llegar a su destino con prisa. Por otro lado, dentro del vagón había mujeres que habían pensado bajar. Cuando llegamos a la próxima estación las puertas se abrieron, y como si fuese un “efecto manada”, las mujeres perdieron el control y entraron todas a la vez mientras el grupo que salía hacía lo mismo. Por su puesto, me vi atrapada entre ellas, y la masa me arrastró hasta la puerta lo que causó que mi pierna izquierda quede estancada entre el tren y la vereda de espera. Me caí sentada.
Todo fue tan rápido que solo escuché el grito de una mujer que decía: “¡Oh, mi Dios!”, aquella mujer era de avanzada edad y en medio de las miradas ella fue la única que me ayudó a pararme y a sacar mi pierna del fino espacio. No escuché en ningún momento palabras de disculpas, ni menos de alguien que quiera cederme el asiento.
La única preocupada por mí era la mujer de avanzada edad, quien comenzó a buscarme asiento, pero que no encontró porque nadie lo cedió. ¿A eso nos ha llevado el feminismo? A perder nuestra identidad femenina, nuestro sello, la delicadeza (ojo que delicadeza no significa debilidad) y el amor por los otros. ¿Qué hay detrás de todo esto? No me considero machista, ni feminista, me gusta mantener el equilibrio, pero extraño mucho esa delicadeza, esa simpatía que nos caracteriza como damas.
Alguien me hizo pensar mientras me llevaba del hospital a casa, ya que tuvieron que enyesarme la pierna, que las nuevas generaciones están perdiendo el respeto por los demás, los valores morales. Todo esto como resultado del abandono de las verdades absolutas, donde claramente se ve como el ser humano se ha relativizado, diciendo que cada uno tiene su verdad. Semejante mal ataca a la humanidad sin precedentes, que se clarifica en los actos no solo que suceden en Medio Oriente, sino en nuestras latitudes.
Por si fuese poco, existen países donde no se permite leer más la Biblia en las escuelas. No podíamos esperar más, por ello las cárceles están llenas y las iglesias vacías. ¡Qué pena que la humanidad haya tomado el tren equivocado que la conduce desesperadamente al precipicio oscuro y sin salida!
La advertencia está dada en Isaías 5:20,24 “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!... Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre y su flor se desvanecerá como polvo, porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos y abominaron la palabra del Santo de Israel”.
Hace unos días vi un video que ronda por Internet donde tres presentadores de televisión mientras escuchan que un pastor lee la Biblia en 1 Corintios 6:9, uno de ellos hace mención a que ese libro está equivocado, y su compañera, a que es un libro pasado de moda, que fue solo para los antiguos.
Si bien la Biblia advierte que el hombre se separaría de su Creador y que el aumento de la maldad sería cada vez más fuerte antes de que Cristo vuelva por segunda vez, también se nos dice que este es solo principio de dolores.
¿Qué podemos esperar de las nuevas generaciones? De naciones enteras que han preferido dejar los principios bíblicos de lado para buscar “modernizarse”, como si abandonar a Dios y a su Palabra estuviese de moda. ¿A caso ha llegado el tiempo en que la raza humana vive en un mundo sodomizado? Gracias a Dios que esto no será para siempre, nuestra esperanza se cumplirá en breve, abandonaremos este mundo oscuro dominado por fuerzas satánicas, para reconciliarnos con nuestro Padre Celestial. Solo un ciego y un sordo espiritual no podrían ver ni oír los pasos de un Dios que se asoma, cansado de abrumadora perversidad.
Aunque llamen a la cristiandad de extremistas y fundamentalistas no se puede dar marcha atrás, la Biblia nos insta a mantener nuestros principios. Y ella misma refuerza los siguiente en Apocalipsis 22:11: “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía”.
¡La elección la haces tú!