“Amor” a prueba de balas
“Conocí a una persona algún tiempo atrás que me gusta mucho, pero no aguanto más tantas peleas entre nosotros; no tengo más cosas para decir de esa persona y la última pelea que tuvimos fue horrible, fui humillada de todas las formas posibles que alg...
“Conocí a una persona algún tiempo atrás que me gusta mucho, pero no aguanto más tantas peleas entre nosotros; no tengo más cosas para decir de esa persona y la última pelea que tuvimos fue horrible, fui humillada de todas las formas posibles que alguien podía humillar a otra persona. No sé qué hacer. Estoy triste. Necesito de ayuda. Él siempre pelea por cualquier cosa conmigo, he hecho de todo para que las cosas sean mejores pero no resulta. Sin embargo, lo amo. Por favor, oren por mí”, fue uno de los tantos pedidos de oración que recibo a diario. Llamaré a esta mujer de Laís.
Al leer estas líneas pensaba, ¿cómo es que alguien dice que puede amar a una persona que sólo le hace daño? ¿Esto es amor? El mundo está al revés. Una vez escuché por allí una frase popular, en los países andinos: “Más me pegas, más te quiero”, ¿es esto correcto? ¿Dónde está la dignidad de una mujer que se deja maltratar y del hombre que lastima o viceversa? Porque también el hombre se denigra cuando arremete contra alguien, ya que es llamado por Dios de hijo, no de esclavo, ni de siervo, y va en contra de su Creador.
Esto se llama violencia y ningún tipo de violencia debe ser aceptada en nuestro entorno, porque lastima; y deja marcas que tal vez nunca se borren, o que sólo Dios puede ayudar a batallar para superarlas diariamente, ya que hieren el alma.
La Biblia condena todo tipo de violencia, sea física o psicológica, es clara al respecto. Remontémonos a la creación, ¿quién nos creó? ¿fue un Dios violento, autosuficiente y malévolo? No. Fue un Dios de amor; pero claro dirán algunos, luego caímos y tendemos al mal. Respondo que sí, pero si tratas así a tu hermano (a) ¿por quién te dejas dominar? O ¿por qué? Por simples impulsos que no sabes controlar o por el mismo Satanás, originador de la violencia en el cielo. El día en que el ser humano se aleja y deja de depender de Dios se desconoce, porque al expulsar a Dios de su vida deja la casa de su corazón libre, y con las puertas abiertas, para que el enemigo de Dios, junto a otros de sus ángeles, actúe y habite en su ser. De aquí parte todo tipo de mal.
Tal vez algunos dirán: pero yo creía que esto era normal o, fui criado en un hogar violento y la aprendí, no puedo cambiar.
Una persona que no controla sus impulsos es simplemente una persona inmadura, que lleva un niño rebelde dentro de sí que es impulsado al cambio, pero que no lo acepta, porque no quiere; quiere continuar siendo como es, porque su problema no son los otros, es poder, es ese deseo de controlar a los demás y sus actos no hacen más que plasmar sus pensamientos.
El orientador familiar, Miguel Ángel Nuñez, dijo una vez en una entrevista: “Cada vez que maltratamos a alguien utilizando elementos verbales, o utilizando algún elemento de manipulación que produzca un daño emocional o psicológico, estamos hablando de violencia psicológica o violencia emocional”. Sin duda es el caso de Laís, que se acostumbró a un nivel de agresión y su novio también. “La violencia es elegida, la violencia es selectiva”, explica el especialista.
¿Cómo saber si eres violento o violenta?
Núñez responde: “Si estoy viendo que mi forma de interactuar con los otros está provocando efectos no deseados entonces necesito mirarme al espejo, pedir ayuda, analizarme con la ayuda de libros o con un especialista”.
¿Ahora qué hacer para superar la agresión?
“La agresión nunca se soluciona con autoayuda”, se debe pedir ayuda. Se necesita de alguien que te diga como estas. La persona agredida debe examinarse y decir cómo es que llegó a esa situación, explica el orientador.
La famosa escritora Elena White en su libro El Conflicto de los Siglos dijo: “Dios no violenta nunca la conciencia; pero Satanás recurre constantemente a la violencia para dominar a aquellos a quienes no puede seducir de otro modo. Por medio del temor o de la fuerza procura regir la conciencia y hacerse tributar homenaje. Para conseguir esto, obra por medio de las autoridades religiosas y civiles y las induce a que impongan leyes humanas contrarias a la ley de Dios”. {CS 577.3}. ¿Con cuál de estos dos personajes te identificas?
La Biblia dice: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10:27), totalmente contrario a la violencia. El amor no es violento, el amor sólo busca el bien del otro.
Creo que a lo largo de la columna está la respuesta para Laís y para todos aquellos que están siendo violentados o que violentan. Me queda decir: Rompa el Silencio, porque el amor no se mendiga. Si necesita ayuda ingrese a este link: http://rompiendoelsilencio.org/