Facebook cambia algoritmo y lo que cambia para su Iglesia
Red prioriza el contenido de amigos y está casi obligando a las empresas a pagar para que su contenido sea visto.
Recientemente, Facebook anunció una modificación más del algoritmo. Esta vez el objetivo fue hacer que en la línea del tiempo de los usuarios solo aparezcan las publicaciones que más les interesan. Esto quiere decir que, si alguien tiene muchos contactos, solo recibirá el contenido de aquellos con quienes interactúa frecuentemente. Por ejemplo, aunque una publicación haya recibido muchos “Me gusta”, usted solo recibirá si es publicado o compartido por un amigo o familiar que está siempre en contacto con usted. Los “Me gusta” pasan a tener menos valor; y las relaciones, más.
Desde el punto de vista del usuario común estas novedades son buenas, pero para quienes administran páginas eso será un gran dolor de cabeza. Facebook ya admitió que el alcance de las páginas puede disminuir aún más. Si por un lado Facebook está priorizando el contenido de amigos para mantener a los usuarios por más tiempo en la red social, por otra parte está casi obligando a las empresas y entidades a pagar para que su contenido sea visto.
¿Qué tiene que ver esto con la Iglesia?
Facebook ha ofrecido una gran oportunidad para compartir el evangelio con más personas. Muchas organizaciones y miembros han usado esta red social como un ministerio de ayuda y esperanza para quien lo necesita. Sin embargo, estos cambios significan que estaremos alcanzando cada vez menos personas, si no nos ajustamos a la estrategia. Por lo tanto, compartimos a continuación algunos consejos acerca de cómo usar el Facebook de aquí en adelante o hasta la próxima alteración de algoritmo.
Consejos:
- Diversifique sus esfuerzos. Queda cada vez más claro que no podemos depender de una red social solamente. Es necesario encontrar formas de usar otras redes respetando sus características y el perfil de los usuarios.
- Sea más amigo de las personas. Actualmente, la amistad y las relaciones son las monedas más valiosas de Facebook. Muestre interés por las personas, responda sus mensajes, comentarios e interactúe con ellas. Haga un esfuerzo para mantener ese vínculo. De lo contrario, tendrá que gastar más en publicidad.
- Conozca y sea relevante para su audiencia. Antes de publicar o compartir algo, analice si su audiencia está interesada en ese tipo de contenido o formato.
- Incentive los comentarios. No trate de forzar a las personas a aceptar su punto de vista. Ofrézcales la oportunidad de expresar lo que piensan. Siempre busque incentivar la discusión saludable. Por ejemplo, si usted tiene un contenido que explica el regreso de Jesús, pregúntele al lector lo que piensa al respecto; si concuerda o no. Continúe la discusión del tema en los comentarios.
- Motive el intercambio. Si es posible, fuera de las redes sociales, motive a las personas a que compartan su contenido. Por ejemplo, hable personalmente con los hermanos para que comenten o compartan los contenidos de la página de su Iglesia o ministerio.
Para concluir, el evangelio permanece inalterable; pero la forma de comunicarlo se ajusta a medida que la humanidad crea otras maneras de relacionarse.
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” (Efesios 5:15,16).
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