Un principio fundamental presentado por las Escrituras con respecto de sí mismas es el de que solamente la Biblia (Sola Scriptura) es la norma final de la verdad. El texto clásico que exprime esta premisa básica es Isaías 8:20 “¡A la ley y al testimonio! Si ellos no hablan de acuerdo con esta palabra, es que no les ha amanecido” (RVA2015).

Fue el célebre teólogo Martín Lutero quien “desarrolló cuatro principios de interpretación de las Escrituras. La primera fue Sola Scriptura, ‘solamente la Escritura’, como la autoridad final sobre la tradición y la filosofía humana. Lutero, claramente, no inventó este principio bíblico, pero lo aplicó de forma poderosa”.[1]

Principio de auto interpretación

Una característica hermenéutica del principio de Sola Scriptura es su auto interpretación. O sea, la fuente y la norma para la interpretación de las Escrituras no es la tradición, la razón humana o la experiencia religiosa, ni la cultura o el veredicto de los estudiosos y líderes. Solamente la Escritura es la llave que desbloquea la Escritura. Esta no necesita del aval ni de la legitimización de ninguna otra fuente.

Debe quedar claro, sin embargo, que entender la Sola Scriptura, en este sentido, no excluye la realidad de las influencias culturales o la realidad de la experiencia religiosa. Afirmar que las Escrituras interpretan las Escrituras no niega ni rechaza la visión y contribución de otros campos de estudio, como la arqueología bíblica, antropología, sociología o historia, que pueden iluminar algunos aspectos bíblicos y el contexto de pasajes de las Escrituras, contribuyendo a una mejor comprensión del significado del texto bíblico.

Tampoco excluye la ayuda de otros recursos en la tarea de interpretación, como léxicos bíblicos, diccionarios, concordancias y otros libros y comentarios. Sin embargo, en la interpretación adecuada de la Biblia, el texto de las Escrituras tiene prioridad sobre todos los otros aspectos, ciencias y ayudas secundarias. Otros puntos de vista deben ser cuidadosamente evaluados desde el punto de vista de las Escrituras como un todo.[2]

Debemos ser agradecidos para con Dios por tener su Palabra, regla de fe y práctica. Siga el estudio completo de la lección 5 de la Escuela Sabática ingresando al siguiente video. Mírelo y comparta el link; de esta forma, muchas personas podrán beneficiarse del estudio de las Sagradas Escrituras.

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Referencias:

[1] Dederen, R. (2001). Handbook of Seventh-Day Adventist Theology (electronic ed., Vol. 12, p. 89). Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Association.

[2] Hasel, F. M. (2006). Presuppositions in the Interpretation of Scripture. In G. W. Reid (Org.), Understanding Scripture: An Adventist Approach (Vol. 1, p. 36). Silver Spring, MD: Biblical Research Institute.