Génesis 1 al 11 es una lectura fascinante y muchas veces desconcertante: creación, entrada del pecado, diluvio, torre de Babel. Eso está en nuestra imaginación desde niños.

Además de ser una lectura que cautiva, es una narrativa esencial para la comprensión del resto de la Escritura:

En el principio. Es fundamental creer en el Dios de la creación, el mismo Dios que se revela en las Sagradas Escrituras.

Los días de la creación. La literalidad de los días de la creación es esencial para comprender su historicidad.

El sábado y la creación. El sábado es, también, un tema fundamental, pues el Señor que nos da el sábado es el mismo Señor que nos da la Palabra.

Creación y matrimonio. El matrimonio es otro tema recurrente en el estudio de la Biblia, y nos recuerda que Dios no solo creó personas, animales, aves y astros; también instituyó un medio eficaz de relacionarse: el matrimonio.

La creación, la caída y la cruz. Finalmente, la caída y la cruz nos dan esperanza en medio de la tristeza de la entrada del pecado. Y podemos estar seguros de que el mal no durará para siempre.

Elena White afirma: “Al bendecir el séptimo día en el Edén, Dios estableció un recordativo de su obra creadora. El sábado fue confiado y entregado a Adán, padre y representante de toda la familia humana. Su observancia había de ser un acto de agradecido reconocimiento de parte de todos los que habitasen la tierra, de que Dios era su Creador y su legítimo soberano, de que ellos eran la obra de sus manos y los súbditos de su autoridad. De esa manera la institución del sábado era enteramente conmemorativa, y fue dada para toda la humanidad. No había nada en ella que fuera oscuro o que limitara su observancia a un solo pueblo” (Patriarcas y profetas, p. 27).

Siga el estudio completo de la lección 8 de la Escuela Sabática ingresando al siguiente video. Mírelo y comparta el link; de esa forma, muchas personas podrán beneficiarse del estudio de la Sagrada Escritura.