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¡Año nuevo, Biblia “nueva”!

¿No sabes cómo comenzar un plan de lectura de la Biblia? Mira estos consejos.


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Un plan de lectura puede ayudarlo a leer la Biblia con más claridad (Foto: Shutterstock)

¡Tranquilo! Con el título de este artículo no estoy sugiriendo que compre otra Biblia. Lo que tengo en mente es lo siguiente: ya que estamos comenzando un nuevo año, vamos a estudiar la Biblia con más empeño, de tal forma que nuestra lectura diaria de las Sagradas Escrituras sea más sólido y significativo. ¿Cómo lo hacemos?

Preste atención al método

El estudio provechoso de la Biblia requiere métodos apropiados. Con respecto a esto, Elena de White, en su libro La educación, página 234, afirma: “Tome el estudiante un versículo y concentre su mente en averiguar el pensamiento que Dios quiere comunicarle, y luego espáciese en él hasta asimilarlo”. En esta corta y extraordinaria cita, como estudiantes de la Biblia se nos orienta sobre algunos aspectos importantes:

  • Prefiera textos cortos y no largas porciones;
  • Evite cualquier distracción y concentre su mente;
  • Ejerza la capacidad analítica con la finalidad de encontrar la idea que contiene el versículo; este es el punto clave para la reflexión;
  • No se apresure; concentre su mente en la reflexión sobre la idea descubierta;
  • Aprópiese lo que está escrito, de modo que sea parte de su sistema de pensamiento, de su vida.

Con el propósito de poner en práctica los consejos de Elena de White, y también para ayudarlo a practicar una lectura bíblica más atenta y provechosa, sugiero dos esquemas muy simples y prácticos. Para comenzar, prepare un lápiz y un cuaderno especialmente para esta actividad:

Esquema 1

  • Capítulo del día: resuma la lectura realizada, resaltando las ideas principales;
  • Versículo preferido: escriba en el cuaderno el versículo que más llamó su atención, con el objetivo de memorizarlo a lo largo del día;
  • Mensaje para hoy: escriba lo que entendió del versículo seleccionado. Y si no comprendió alguna parte, anote la observación en el cuaderno para investigarlo más tarde;
  • Aplicación para mi vida: piense y escriba cómo aplicar a su vida los principios anotados del versículo seleccionado. Esta parte es esencial en la meditación, pues es el momento en el que Dios puede hablar a su corazón.

Esquema 2

  • En la lectura de hoy aprendí que Dios es… Aquí, haga referencia a la naturaleza y carácter de Dios;
  • En la lectura de hoy aprendí que Dios puede… En este caso, la referencia a lo que él puede realizar en nuestra vida;
  • En la lectura de hoy aprendí que Dios quiere esto de mi… Escriba las acciones que pueden ser implementadas para poner en práctica lo que leyó.

¿Cómo proceder?

Siga la siguiente rutina, preferentemente, por la mañana:

  • Ore a Dios pidiendo orientación para la lectura y meditación;
  • Lea el texto bíblico del día, siguiendo el proyecto Reavivados por su Palabra;
  • Utilice los esquemas presentados, uno para cada capítulo leído;
  • Una vez que haya completado el esquema, reléalo a fin de interiorizar lo que escribió; reflexione cuidadosamente en la voluntad de Dios para su día, dejando que el Espíritu Santo actúe en su corazón, saliendo de la explicación hacia la aplicación;
  • Termine su lectura y meditación con una oración, agradeciendo a Dios por su revelación, y pidiendo poder para aplicar la lectura bíblica a su vida práctica;
  • Durante el día, intente recordar la enseñanza principal del texto bíblico leído.

Ahora que ya tiene la información suficiente para fortalecer la práctica del estudio en la Biblia, deseo que su aventura con la Palabra lo lleve a conocer la voluntad de Dios y que, sobre todo, produzca en usted el deseo de incorporar esas enseñanzas a su vida. Pida la orientación del Padre. ¡Y buena meditación en la Palabra de Dios!

Adolfo Suárez

Adolfo Suárez

Escuchando la voz de Dios

Reflexiones sobre la teología y el don profético

Teólogo y educador, es el actual decano del Seminario Teológico Adventista Latinoamericano (SALT) y Director del Espíritu de Profecía de la DSA. Máster y Doctor en Ciencias Religiosas, con posdoctorado en Teología, es autor de varios libros y miembro de la Sociedad Teológica Adventista y de la Sociedad de Literatura Bíblica.