Club de Conquistadores: un ministerio que transforma generaciones
Con más de 1,5 millones de participantes, el Club de Conquistadores sigue una trayectoria de transformación de vidas.
Davi Gaspareli tenía 10 años cuando conoció el Club de Conquistadores. Ya había visto a algunos amigos participar. Cuando un consejero lo invitó directamente, decidió asistir a una reunión. Desde el primer día, Davi quedó encantado con las actividades, especialmente las bandas que capturaron su atención de inmediato, las personas y el ambiente divertido y acogedor que el club proporcionaba.
Las actividades con los conquistadores eran intensas y, para un niño con arritmia cardíaca que nunca había participado en algo así, llegaban a ser demasiado agotadoras. En las primeras semanas, se sintió un poco perdido, pero la compañía de sus amigos y las ganas de aprender lo ayudaron a adaptarse rápidamente. Con el tiempo, descubrió que el club era mucho más que solo actividades divertidas, sino también era una oportunidad para el crecimiento personal y espiritual.
Lee también:
- Club de Conquistadores se apertura en territorio sin presencia adventista en el sur de Ecuador
- 34 800 personas escuchan mensajes bíblicos en Caravana de Evangelismo
“Justo cuando entré, hubo un campamento de la región. Fue en ese evento donde el Espíritu Santo me tocó de una manera que no puedo explicar. Entonces decidí acercarme más a Dios”, relata el conquistador.
Durante las reuniones del club, Davi estudió Biblia bajo la dedicada orientación de una de las instructoras. Su amor por compartir el mensaje del evangelio lo llevó a invitar a su amigo Nathan a participar en los estudios bíblicos.
Esa experiencia marcó la vida de los adolescentes. Unos meses después, fueron bautizados. La madre de Nathan, invitada por su hijo y conmovida por la experiencia de los chicos, comenzó a estudiar la Biblia. Poco después, decidió ser bautizada.
No mucho tiempo después del bautismo, Davi y su madre viajaron a Porto Alegre, en el sur de Brasil, donde él realizaba exámenes de rutina para monitorear su corazón. Para sorpresa de todos, cuando entregaron los resultados, la doctora afirmó que Davi no tenía ninguna enfermedad. Su corazón estaba bien.
“Cuarenta y cinco días después de bautizarme, Dios hizo un milagro. Y después de 12 años con arritmia cardíaca, hoy estoy libre de la enfermedad”, cuenta Davi.
Adelaide, madre de Davi, relata que está muy agradecida con los conquistadores por el impacto positivo que tuvo en su hijo. Para ella, este ministerio representa un espacio donde los principios de fe y amor se viven y se enseñan. "El club ayudó a Davi a encontrar su fe y a compartirla con los demás, y eso es un regalo inmenso para nuestra familia", concluye.
Hoy, con 13 años, Davi sigue participando en las actividades de su club Estrella del Norte, en Rondônia, en Brasil, e inspirando a quienes lo rodean, como su sobrino de seis años, que está ansioso por seguir los pasos de su tío y convertirse en un conquistador.
“El club me acercó a Dios”
Andrey Marques creció en un ambiente cristiano. Como miembro de la Iglesia Adventista, desde pequeño participó en el Club de Aventureros y, a los 10 años, ingresó en el Club de Conquistadores. Lo que parecía ser solo una nueva etapa en su vida, con el tiempo se transformó en una experiencia transformadora.
Para Andrey, todos los momentos vividos en el Club de Conquistadores son extremadamente importantes, pero las experiencias que más lo marcaron fueron los campamentos y camporis. "Las predicaciones siempre me impresionaron, y las pruebas me motivaron mucho a continuar en el club", revela.
Confiesa que, aunque conocía a Dios desde pequeño, nunca tuvo una conexión verdadera con Él. Sin embargo, los conquistadores cambiaron eso, permitiéndole acercarse y conocer más sobre Dios.
Ahora, como subdirector del Club de Conquistadores Atalaia, Andrey se enfrenta a nuevos desafíos y responsabilidades. "Hoy, tengo la certeza de que la mejor decisión que tomé fue entrar en el Club de Conquistadores. Ahora que este ministerio forma parte de mi vida, no puedo imaginarme sin él", declara.
Vea el video especial en conmemoración del Día Mundial de los Conquistadores:
Un ministerio que transforma vidas
El Club de Conquistadores está presente en más de 160 países, con más de 1,5 millones de participantes alrededor del mundo. Dirigido a adolescentes entre 10 y 15 años, el club ofrece diferentes actividades educativas y recreativas a los participantes.
Además de aprender sobre primeros auxilios, supervivencia básica, entre otras competencias, los conquistadores también tienen la oportunidad de hacer nuevos amigos y crecer en un ambiente seguro y acogedor. Así, el club ofrece un apoyo emocional y espiritual, ayudando a los jóvenes a acercarse más a Dios y desarrollar habilidades importantes para la vida.
¿Quieres formar parte de este ministério? Descubre más detalles aquí
Mire más fotos en la galería a continuación:
*Pasante bajo la supervisión de Jefferson Paradello.
También puedes recibir este y otros contenidos directamente en tu dispositivo. Inscríbete en nuestro canal en Telegram o WhatsApp.
¿Quieres conocer más sobre la Biblia o estudiarla con alguien? Haz clic aquí y comienza ahora mismo.