Del 31 de enero al 4 de febrero, bajo el lema “25 años de la mano de Dios” el Operativo Social Adventista (Opso) tuvo lugar en el poblado de Trapa Trapa, región del Biobío, allí una comunidad indígena llamada Pewenche vive en las montañas al centro-sur de Chile. Respirando simplicidad, poseen altos índices de pobreza, lo que por consecuencia determina la baja educación de sus pobladores.

Motivados únicamente por las ganas de ayudar, más de 120 voluntarios llegaron al campamento el día sábado primero de febrero, no solamente con el objetivo de suplir las necesidades materiales de las personas, sino que también con la finalidad de dejar en sus hogares un mensaje de esperanza y salvación en Cristo Jesús.

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“En OPSO lo que hacemos cuando llegamos a una ciudad, es buscar a la Iglesia Adventista más cercana y visitamos a nuestros hermanos que nos reciben siempre con mucho cariño. Pero en esta oportunidad acá en el sector no hay Iglesia Adventista; por lo tanto, hemos decidido hacer un impacto comunitario entregando este libro misionero y como ven acá, ya todos los voluntarios han tomado sus libritos. Queremos entregar 500 libros", relató Eva Tobilo, voluntaria de OPSO.

El domingo, día muy esperado, se realizó el operativo médico que ofreció atención a todos sus pobladores, entregando inclusive medicamentos a los asistentes en los casos necesarios. Para los más pequeños se realizaron juegos, concursos y variados premios.

Por la tarde, los voluntarios unieron fuerzas para llevar a los más de 100 hogares beneficiados, sus donaciones preparadas previamente de acuerdo a la necesidad de cada familia.

Cabe destacar que esta acción fue llevada a cabo con el apoyo de empresas institucionales, iglesias adventistas y también por el aporte del departamento de la Acción Solidaria Adventista (ASA), la Universidad Adventista de Chile y la Asociación de Profesionales Adventistas de la Salud (APROAS).

“Somos APROAS, la Asociación de Profesionales Adventistas de la Salud. Para este operativo vinieron enfermeros y fonoaudiólogos. Hay algunos que son médicos y kinesiólogos. Todos vinieron a apoyar aquí a OPSO para el Operativo Médico Social", resaltó Eileen Montero, una de las voluntarias de APROAS.

Por su parte, Alexis Ruiz, voluntario representante de la Universidad Adventista de Chile, (UnACh), explica cómo se dio la participación de la universidad en el operativo: “Nos estamos instalando desde la Universidad Adventista de Chile, con nuestros módulos. Los colegas, los alumnos nos están ayudando, y vamos a estar con un stand de ayuda veterinaria que es algo bastante oportuno en esta zona. Vamos a estar también con dos stands en el área de familia, tenemos un psicólogo, un asistente social, y venimos también con temas en el área de electricidad. Vamos hacer arreglos en casas y otras cosas más en el área de agronomía", comentó Ruiz.

Al fin de las actividades OPSO dejó un monolito de los diez mandamientos frente al hospital de Trapa Trapa y la población como agradecimiento ofreció una gran cena al equipo de voluntarios. "Una alegría muy grande de parte de ustedes, ojalá que Dios los multiplique más cada día", resaltó la señora Maria, unas de las beneficiadas por OPSO.

Los efectos positivos de este trabajo se han sentido en estos 25 años a través de las vidas transformadas, como prueba de que ni la distancia o la aparente falta de recursos son impedimentos para trabajar por el Señor. La tarea de alcanzar almas preciosas, que muchas veces solo necesitan una invitación, no se cumplirá sin los obreros. Por eso mismo, el Señor declara en su palabra que por su buena voluntad, teniendo un corazón dispuesto, él proveerá todo lo necesario para el cumplimiento de su obra. Filipenses 2:12 y 13.

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