En la zona sur austral del país se vivió la previa de este día especial: el jueves 15 en Temuco el personal de la cafetería vegetariana Infusion Hope y un grupo de universitarios le regalaron a los transeúntes una cena saludable y el libro misionero del año “El poder de la esperanza”. Además, el sábado más de 50 jóvenes impactaron Villarrica: donando sangre, regalando más de 40 dosis de la vacuna contra la influenza y realizando un concierto.“Ha sido gratificante, porque uno sabe que con esto uno puede ayudar a personas que lo necesitan realmente” señaló Elga Regel, joven donante de sangre.

Yoel Jerez, director de jóvenes en la Iglesia Adventista al Sur de Chile (ASACh) dirigió el siguiente agradecimiento: “Estimado JA, tú hiciste que este día fuera inolvidable y por eso queremos agradecer, hemos visto con alegría que se levantó un ejército de jóvenes que estuvo dispuesto a graficar con acción la fe que tenían en su corazón, por eso mis amigos lo mejor está por venir, que Dios les bendiga, salvación y servicio, maranata”.

Por su parte, los jóvenes de Chillán comenzaron la celebración el viernes con una Santa Cena y un “comparte tu pan” en un hospital. Al día siguiente más de 600 jóvenes de toda la región participaron en más de 30 intervenciones urbanas: distribuyeron libros misioneros, regalaron ropa de cama y de invierno a inmigrantes, repartieron alimentos y agua, disfrutaron del concierto que realizaron los estudiantes de enseñanza media de la Universidad de Andrews, entre otras. Así quedó reflejado en Alejandra Espinoza, joven adventista de la iglesia de Chillán: “creo que tiene que seguir repitiéndose y que no solamente sea hoy día, sino que siempre nosotros seamos manos ayudadoras para nuestro prójimo”

En la zona centro del país el gran día llegó acompañado de lluvia, pero esto no fue un impedimento para que los jóvenes salieran a las calles a invitar a la gente a participar en la feria de salud que realizaron en el “Espacio Nuevo Tiempo de Talca”. También aprovecharon de repartir los ejemplares que les quedaban del libro “En busca de esperanza”.

De forma paralela en la capital de Chile, los jóvenes visitaron el Hospital San Borja para conversar con los pacientes, regalarles colaciones, entregarles el libro misionero, y llenarlos de alegría, cantando alabanzas a Dios. “Mi corazón palpita con fuerza, porque este grupo de jóvenes han venido hasta este lugar, estuvimos en la recepción, en urgencias, entregando a toda la gente que está ahí en espera de ser atendida, compartiendo pan, compartiendo un café, sobre todo un libro de esperanza”. Declaró el pastor Juan Fernández, Departamental de Jóvenes a nivel nacional.

Así mismo, Bárbara Barriga, participante, indicó la importancia de apoyar activamente en esta actividad: “Para mí ser una joven adventista es una responsabilidad súper grande, porque nos damos cuenta que en el fondo, en el mundo tenemos un deber que es entregar el mensaje de Cristo y ahora que tenemos el tiempo, tenemos la edad es cuando tenemos que hacerlo y de la mejor manera”

En el norte del país más de 300 jóvenes pusieron mesas con manteles, vajillas y cubiertos en las calles de Iquique para regalarle a 100 indigentes una cena a la luz de las velas. Esto, aparte de las intervenciones urbanas que realizaron en la zona. “Hubo un caballero que llegó súper asombrado, miró la mesa y dijo: oh, yo nunca pensé que iba a estar comiendo en una mesa tan bonita y todos los que estábamos ahí nos sentimos súper llenos, porque eso era lo que queríamos lograr”.

Este es el método de Cristo puesto en práctica, Jesús se acercaba a la gente como quien quería hacerles el bien, ganaba su confianza, suplía sus necesidades y luego les decía "sígueme”.

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