La pandemia a lo largo de estos casi dos años han obligado al mundo entero a cambiar su proceder. Las restricciones propias de estos tiempos dieron vuelta en 180 grados el panorama educacional alrededor del globo, y por supuesto nuestro campo Sur Austral no estuvo exento de este fenómeno. Sin embargo, tanto el cuerpo docente como el alumnado han logrado salir airosos de este escenario de la mano del Señor.

Los alumnos de 4to medio han culminado su etapa formativa en el mes de noviembre, por lo cual se han realizado de esta forma las licenciaturas correspondientes: un programa que se enmarca en el proceso de promoción en donde estos completan su ciclo de educación media después cuatro años, obteniendo así su licenciatura y la entrega de sus informes de notas y certificados de promoción, dando cuenta que la enseñanza media ha sido completada.

Un trabajo exhaustivo que fue seguido de cerca por el personal docente, quienes tuvieron que abrazar con fuerza las tecnologías para poder dar continuidad a sus materias educativas. Un proceso que bien se superó con éxito gracias a Dios. Tal como nos lo indica el Departamental de Educación Mauricio Rojas quien destaca la labor.

 “Los profesores han dado un mayor esfuerzo, no solamente para desarrollar una clase desde su casa, sino que también hubo una preocupación para que los alumnos hayan tenido un aprendizaje. Hubo momentos en que los alumnos no hicieron entrega de sus evaluaciones, hubo que hacer un tercer esfuerzo del profesor y de los equipos técnicos para poder acercarse a las familias y saber que situaciones ocurrían para no solo atender lo académico”. Destaca el Departamental.

Así mismo los esfuerzos que se han realizado han rendido sus frutos. Logramos tener como Educación Adventista 256 alumnos egresados, quienes ya pasan a ser ex alumnos de nuestros colegios y que están próximos a rendir la Prueba de Transición Universitaria (PTU) que se realizará a principios de diciembre. Confiamos que la formación brindada por los centros educacionales les dará a los jóvenes las herramientas necesarias para enfrentar este mundo, y es que con ellos está el recurso más importante para toda persona, que es tener en el corazón la compañía de nuestro Señor y sus promesas que nos llenan de esperanza.