Centro de influencia atrajo a joven al estudio de la Biblia
Jhon, no se decidía por Dios, hasta que participó en un centro de influencia de Misión Caleb, y su vida fue transformada.
Misión Caleb es un proyecto de la Iglesia Adventista donde los jóvenes participan durante sus vacaciones realizando actividades en beneficio de la comunidad, con el objetivo de ofrecer ayuda y esperanza. El nombre Caleb fue tomado en homenaje a un personaje bíblico, que era un hombre extraordinariamente fiel a Jehová, su Dios. Se destacaba por su lealtad, perseverancia, firmeza, disponibilidad, carácter.
John, de 24 años, recibió información sobre cursos que se estaban brindando a la comunidad en el centro de Vida Sana de la Iglesia Adventista, ubicada en Luque y Esmeraldas en la ciudad de Guayaquil, Ecuador. El hecho llamó su atención.
Al pasar el tiempo, él se convirtió en un ayudante en las clases de violín y guitarra en el centro de influencia. Romina Castro quien también era parte de los jóvenes que ayudaban en el centro de influencia, lo invitó a la Iglesia. Hace un año John aceptó estudiar la Biblia, pero no se sentía seguro de tomar la decisión de entregar su vida a Dios por medio del bautismo.
“Él colaboró con especiales usando el instrumento del ukelele y con la voz de tenor. Asistía fielmente a los ensayos, no faltaba, e incluso era uno de los primeros en llegar”, comentó Solange, amiga de la iglesia que también forma parte del coro.
Era la primera vez que John formaba parte de los equipos Caleb. Estos equipos realizaron una semana de evangelismo online por redes sociales. El joven participó en el espacio de la oración. “Me pareció muy lindo a pesar de que era online y pude compartir mucho. Cada tema tenía algo especial”, expresa John.
Ahora John con 26 años cuenta que le llamó la atención la labor comunitaria que realiza la Iglesia, como también la lectura de los libros. “Me parece muy interesante, muchos libros adventistas que he leído presentan muchas verdades bíblicas”, dice John.
En el cierre de Misión Caleb, el sábado 08 de agosto, John Santana decidió entregar su vida a Dios para servirlo como un Caleb y dejar huellas en la vida de más personas. John ingresó a las aguas bautismales aceptando a Dios en su vida y en su familia; aunque no forman parte de la misma denominación, lo apoyaron en su decisión, porque ven un cambio positivo en él. “Mi familia habló conmigo, me dijeron que me apoyan y solo que viva una vida correcta, una relación con Dios y no una religión”, agrega el joven.
Finalmente, Jhon comparte un mensaje de esperanza para quien lea esta noticia: “Aunque muchas veces huyamos en medio de la tempestad, Dios siempre estará allí para mostrarnos el camino”, concluye el entusiasta participante de Misión Caleb.