Campamentos fortalecen a jóvenes adventista
Promover la búsqueda de Dios en la vida de los jóvenes, alejarlos de la influencia del mundo procurando el llamado a servir, fue el objetivo principal de estos campamentos que se realizaron en 10 puntos diferentes de la MES.
Del viernes 17 al martes 21 de febrero, bajo el lema “YO VOY, MODO ON”, la juventud adventista, vivió cinco días de un encuentro con Dios en los campamentos de verano donde participaron 20 distritos de la Misión Ecuatoriana del Sur (MES) y 11 personas entregaron su vida a Jesús.
Promover la búsqueda de Dios en la vida de los jóvenes, alejarlos de la influencia del mundo procurando el llamado a servir, fue el objetivo principal de estos campamentos que se realizaron en 10 puntos diferentes de la Misión Ecuatoriana del Sur: Puyango, Playas, Salitre, Punta Carnero, Olón, Curía, Vilcabamba, Manglar Alto, Macas y Ayacucho.
Las cualidades, habilidades y talentos de los participantes, fueron puestos a prueba con cada actividad donde primaba el relacionamiento, y reflexiones bíblicas que llevaron a los jóvenes a reconocer la necesidad de que sus corazones sean moldeados por Jesús.
“Reconozco, que lejos de Dios, no existe nada bueno, y que Él siempre encontrará la manera de salvarnos de las cosas del mundo. En este campamento he recordado, cuánto necesitamos depender de Cristo. Hemos tenido la oportunidad de enseñar a otros del amor de Jesús a través del servicio a la comunidad, y la importancia de mantener una iglesia unida”, expresó Lilibeth Romero, una
joven adventista.
Para Edmundo Ortega, líder de jóvenes al sur de Ecuador, es importante implementar la estrategia del “trípode” en este ministerio: “Cantar, estudiar la Biblia y recrearnos con propósito, es el trípode del Ministerio Joven de la MES y esto fue lo que se vivió en el feriado durante los campamentos de verano”, dijo el líder.
Un total de 1.114 jóvenes renovaron su comunión con Dios, y su compromiso de participación en el programa de los 10 Días de oración donde definieron incluir su vida espiritual como un motivo especial de súplica, durante la jornada.
La concentración de la hermandad, planificación, aceptación de los jóvenes, y las personas que aceptaron a Cristo, hicieron de esta una aventura maravillosa y espiritual para recordar.