Bautismo de madre e hija marca cierre del 1° Caleb Escuela
Ciudad del Este, PY… [ASN] En la programación del cierre del 1° Caleb Escuela de la Unión Paraguaya, Jasmin Medina (38), asistente de fisio rehabilitación, fue bautizada junto a su hija, Yesenia, de 11 años, como resultado del evangelismo nocturno re...
Ciudad del Este, PY… [ASN] En la programación del cierre del 1° Caleb Escuela de la Unión Paraguaya, Jasmin Medina (38), asistente de fisio rehabilitación, fue bautizada junto a su hija, Yesenia, de 11 años, como resultado del evangelismo nocturno realizado por los calebs que participaron del proyecto. Durante el programa otras cinco personas fueron bautizadas.
“Mi hija es mi fortaleza y yo hice eso por ella. Nosotras enfrentamos muchas dificultades y siempre estuvimos unidas. Y, si hoy entregamos nuestra vida a Dios, lo hacemos juntas también”, relata Jasmin. El proyecto, que es novedad en el país, se llevó a cabo entre los días 15 y 23 de julio y contó con la participación de 30 jóvenes, líderes de Caleb de sus distritos.
Según el pastor Sósthenes Andrade, director de jóvenes de la Unión Paraguaya, el objetivo de la Escuela Caleb es enseñar lo que de verdad es una Misión Caleb y, a partir de eso, fortificar los proyectos independientes en todo el país. Agrupados en el Colegio Adventista del Este Paraguayo (CADEP), los participantes tenían clases teóricas por la mañana y actividades prácticas por la tarde en las ciudades de Mallorquín y Km. 40, comunidades cercanas.
Las actividades prácticas envolvían visita a las casas y estudios bíblicos. Además, también invitaban para el evangelismo realizado por ellos a la noche. “Estas actividades hacen con ellos perciban que Misión Caleb es más que una semana afuera de casa. Misión Caleb es seguir los pasos de Jesús, es predicar sobre él a las personas de diferentes formas, a través de las palabras y, también, de las acciones”, afirma Andrade.
Testimonio
Jasmin Medina cuenta que nació en una familia adventista y ya se había se bautizado una vez, en la ciudad de Encarnación. Sin embargo, se embarazó todavía soltera, fue removida del listado de miembros de la iglesia, sus padres le obligaron a salir de casa y procuró abrigo en la región de Iguazú, donde vive ahora.
En los últimos once años, por mayores que fuesen las dificultades, Jasmin siempre encontró fuerza en su hija, Yesenia, y nunca dejó de seguir los principios de la Iglesia Adventista. Fue la hija quien tomó la iniciativa por el bautismo. “Yo no quiero que Jesús venga y no esté preparada”, dice emocionada. Vendo que esa decisión era importante para su vida, y también para la de su hija, la madre también decidió ser bautizada. “Mi hija fue quien me aproximó a Dios”, cuenta Jasmin.
Cierre
De acuerdo con Mariano Sanz, pastor del distrito de Pilar y ayudante en el Caleb Escuela, los chicos se involucraron totalmente. “Cada uno de ellos venían con dudas e intentaron, de todas las formas, aprender lo máximo posible”.
El sábado 23 por la tarde, los participantes de la Escuela Caleb participaron de un cierre especial. Les fue preparada una Santa Cena en medio a la naturaleza y, en la ocasión, todos fueron incentivados a llevar, no solo los conocimientos, sino también el espíritu de Misión Caleb a sus regiones y dejar una marca donde quiere que pasen.
Sabrina Recalde, de 18 años, participó animada en todos los 9 días de escuela y dice que ahora, realmente, entiende lo que es una Misión Caleb. “Antes pensaba que era solo salir y hacer la obra, pero no encontraba el foco real. Ahora veo que Misión Caleb es seguir el ejemplo y los pasos de Cristo”.
Ella todavía comenta que el programa le ayudó a prepararse para todo. Ahora, quiere poner una misión Caleb en su iglesia para que sus amigos puedan sentir lo que ella sintió. [Equipo ASN, Dayane Fagundes]