Aumenta proporción de compra de la lección bíblica en Sudamérica
Lección bíblica mundial adventista, conocida como Lección de Escuela Sabática, está más presente en la vida de los miembros de acuerdo a encuestas.
Brasilia, Brasil… [ASN] En 1852, el pionero adventista Santiago White escribió una serie de lecciones bíblicas. Su objetivo era que ese material sirviese de motivación para que jóvenes y niños conozcan más sobre la Biblia por medio de una guía de estudio con preguntas reflexivas y contenido consistente. Nacía un material de uso genuinamente mundial por parte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: la lección de Escuela Sabática. En Sudamérica, el liderazgo tiene el desafío claro de aumentar el número de personas que adquieran esa guía diariamente.
Según el pastor Edison Choque, director de Escuela Sabática para la División Sudamericana (territorio que abarca ocho países), los resultados están siendo mejores cada año. Actualmente la proporción es de 2,8 miembros para cada lección. Esa relación ya fue de 3,1 (2013), 3,5 (2012), 3,8 (2011) y 4,2 (2010). Uno de los secretos está en el fortalecimiento del proyecto Maná, cuyo nombre tiene mucho que ver con la propuesta. En la Biblia, en el libro de Éxodo capítulo 16, el episodio del maná que Dios envió durante mucho tiempo al pueblo de Israel antiguo ilustra la dependencia que aquellas personas tenían del alimento en su caminada por el desierto y la importancia de alimentarse todos los días y no esporádicamente. “El objetivo del maná es llevar a los miembros a conseguir la lección y estudiarla diariamente y ese esfuerzo grande lo iniciamos el año 2102”, explica Choque.
En todos los países hay un esfuerzo para que se realicen recaudaciones de suscripciones del producto comercializado por dos editoras adventistas sudamericanas (Asociación Casa Editora Sudamericana y la Casa Publicadora Brasilera). El empeño de los líderes de Escuela Sabática de las iglesias y de los pastores parece estar siendo efectivo.
Estudio y no apenas compra
Pero la idea no es apenas crear mecanismos para que más gente compre las lecciones. Si no hubiese un estudio propiamente dicho poco provecho hay en toda esa movilización. Consciente de eso, el director sudamericano del departamento de Escuela Sabática argumenta que, conforme a encuestas mundiales de la iglesia, uno de los líderes más relevantes es el profesor voluntario de las clases de sábado por la mañana. Por esa razón se multiplicó la formación, las orientaciones, la creación de productos como video aula, llamada Lección de Escuela Sabática entre otras iniciativas. “Creemos que el foco de nuestra atención debe estar en los maestros. Cada maestro debe ser, también, alguien que haga discípulos, es decir, que contribuya de forma significativa con el crecimiento espiritual de sus estudiantes”, acrecienta.
Subsidio para la fe
Profesores comprometidos y bien entrenados capaces de no solo hacer un resumen del tema para sus alumnos, pero de crear en ellos el deseo permanente por el estudio de la Biblia. Esta actitud, junto con el hecho de que la lección esté en manos de la gente, es lo que realmente hace la diferencia.
Un ejemplo de ello está en la historia de la perita criminal jubilada Lúcia Helena de Almeida Lignelli, que vive en Brasilia, Brasil. Lúcia Helena tiene una historia bastante inusitada, pues, a los 15 años de edad, fue prohibida por parientes religiosos de leer la Biblia. Su alegación era que, si ella leyese, acabaría interpretando equivocadamente el libro sagrado.
Pero Dios quería que ella conociese la revelación divina. Pasaron los años, y ella llegó a cambiarse de ciudad fue a vivir al interior del estado de Sao Paulo, Brasil, hasta que tuvo contacto con otro libro: el clásico adventista llamado El Grande Conflicto, que tiene como autora a Elena White. A pesar de involucrarse con varias religiones, ella sintió que “estaba en el camino equivocado” de acuerdo con sus propias palabras. Por influencia de una amiga, buscó una religión evangélica, pero continuó su búsqueda por conocimiento acerca de Dios fundamentado en las enseñanzas de la Biblia. Exactamente el libro que le había sido prohibido veinte años antes. Conoció, entonces, la Iglesia Adventista. Luego vino la mudanza para la capital federal (Brasilia) donde posteriormente pasó a frecuentar una congregación de nombre Riacho Fundo, en Brasil.
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Allí fue bien recibida, el 2009, y dado a que ya tenía una apreciación por la lectura, se convirtió por los materiales recibidos. Entre ellos, la entonces desconocida lección de la Escuela Sabática. “Como yo no tenía profundidad y ni base alguna respecto a la Biblia, la lección me ayudó mucho”, afirmó Lúcia Helene que fue bautizada en mayo del 2009 y hoy es una lectora habitual de la lección y comenta que se trata de un material excelente para su crecimiento espiritual. [Equipo ASN, Felipe Lemos]
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