Alrededor de 150 adolescentes se reúnen para fortalecer su vida espiritual
Adolescentes fueron premiados por haber cumplido diferentes desafíos a lo largo del año.
Del 02 al 04 de noviembre se realizó el encuentro de adolescentes y Celebrateen 2018. El evento contó con la participación de alrededor de 150 adolescentes, quienes se reunieron para fortalecer su vida espiritual y compartir diversas actividades que los ayuden a estar conectados para salvar.
Las actividades abarcaron desde el cumplimiento de distintos desafíos sociales y recreativos, así como seminarios de sexualidad, vicios y autoestima.
Además el sábado por la noche, durante el Celebrateen, se realizó la entrega de premios en reconocimiento a todos los desafíos que tuvieron que cumplir los adolescentes a lo largo del año.
“La iglesia es una familia y nuestros adolescentes son importantes para ella, por eso este encuentro tiene énfasis en la salvación. Queremos conectarnos con Dios, con la familia, con la Iglesia, pero con un mismo objetivo, salvar”, indicó Norma Moreno, departamental del Ministerio del Niño y Adolescente de la Iglesia Adventista en Paraguay.
La invitada especial de este encuentro fue la cantante cristiana Mariana Coronel, quién realizó un concierto en vivo y estuvo presente durante todo el evento.
“Me gustaría que los adolescentes escuchen música cristiana, que toquen instrumentos, que se animen a escribir. La música rompe fronteras, y llega a lugares donde la Iglesia no puede hacerlo”, señaló Coronel.
Al finalizar, los adolescentes quedaron comprometidos con la misión, tal como lo indica Rodrigo Panza “lo que más me gustó, fue ver el compromiso que tienen los adolescentes con la causa del evangelio. Como dice el lema conectados para salvar, ya desde nuestra adolescencia debemos mantenernos en comunión, relacionamiento y misión”, enfatizó.
Así mismo, Iara Pedro y Kelly Funes, ambas adolescentes, sostuvieron; “me gustó que podamos conocer y confraternizar con varias personas porque eso nos ayudad a que estemos en el yugo de la amistad con Cristo. “Este encuentro fue importante porque ayudó a que los adolescentes puedan tener una relación más directa con Dios”.