Mientras miles de familias como es de costumbre se reúnen para compartir el 24 de diciembre en cada uno de sus hogares, más de 60 voluntarios de la Agencia Adventista de Recursos Asistenciales ADRA Chile compartieron el amor de Cristo a través de una cena navideña. Con apoyo de la Fundación “Amigos de la Calle”, ellos ayudaron a cerca de doscientas personas que viven en situación de calle, con la unidad móvil de ayuda humanitaria en la zona central de la capital.

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“Esta idea nace única y exclusivamente para mostrar a Jesús a las personas, y reconocer que la navidad realmente tiene un sentido diferente. Como iglesia tenemos que estar sumamente claros que la navidad es buscar y recordar a Jesús y creo que las personas que viven en la calle cumplen con ese perfil, pero de manera exclusiva, porque Jesús también fue una persona que no tenía dónde estar y esta idea de ADRA de alguna manera busca no desproteger a esas personas que están en situación de calle”, comentó Rodrigo Cárcamo, director de ADRA Chile.

Por su parte, Elizabeth Fuentes, de la Fundación Amigos de la Calle, manifestó la gratitud por el apoyo de la ONG. “Salió todo maravilloso. La gente está muy contenta, nuestros amigos en situación de calle están felices, yo creo que la mayoría lloró, se emocionó. Nos abrazamos, y el sentir ese cariño, ese amor, y ese agradecimiento de ellos ya con eso estamos más que maravillados y felices”.

Uno de los momentos más conmovedores de la noche fue cantar el feliz cumpleaños a don Mario, un abuelito quien con lágrimas en los ojos agradeció por ese emotivo gesto. “Primera vez que me cantan el feliz cumpleaños, con amor y con cariño”, dijo Mario, habitante de la calle.

El programa estuvo amenizado por Rodolfo Vásquez, quien cantó villancicos y algunas de sus canciones para los presentes. Y antes de finalizar la actividad, se entregó un kit personal de aseo a cada participante y el pastor Rodrigo Cárcamo, director de la Agencia Adventista en Chile, culminó con una oración que fue repetida por cada una de las personas en situación calle, quienes con regocijo reconocieron que hay un Dios todopoderoso que cuida de ellos.

“Lo que ustedes están haciendo, hoy día lo que hicieron es una bendición para todos los de la calle, para todos nosotros y muchas gracias”, dijo Susana, habitante de la calle agradecida por la actividad.

“Para mí Dios es el mejor del mundo, aunque tenga frío, me siento abrigada por Dios, a pesar de todas las cosas que he pasado”, expresó Teresa Manríquez, abuelita beneficiada de la actividad.

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