Por Cathy Turcios

Las labores de rescate y el desarrollo de planes para emergencias han continuado con los diferentes involucrados en la emergencia, después de la erupción del Volcán de Fuego en Guatemala. De acuerdo a los reportes recibidos por el pastor Luis Trundle, director de ADRA Honduras, las situaciones han logrado controlarse en los albergues, donde se calcula la asistencia a más de 3,500 personas. En cuanto a los fallecidos, se han registrado un poco más de 100 personas, sin embargo se cree que algunas zonas serán declaradas cementerios. Lastimosamente ciertas comunidades se han visto afectadas en su totalidad, permaneciendo enterradas entre el lodo y las cenizas.

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Sobrevivientes en los albergues manifiestan haber perdido entre 15 a 20 familiares, y las labores de rescate no han podido avanzar en su totalidad debido a los constantes cambios climatológicos. La zona cero permanece impenetrable y en algunos casos las llantas de los vehículos se derriten debido al calor que persiste en los suelos de las zonas impactadas.

Los abastecimientos de alimentación no se han hecho esperar. La solidaridad de la población guatemalteca y demás países vecinos ha sido de gran bendición en momentos de crisis. Cabe resaltar que la mayor necesidad se encuentra en medicamentos, especialmente para personas con problemas respiratorios, diabetes, estomacales y por quemaduras en la piel. Por otra parte, los albergues carecen de kits de higiene personal y limpieza.

Varios camiones de ayuda humanitaria de diferentes Iglesias Adventistas y Misiones de todo Guatemala,  fueron entregados este fin de semana a los albergues y centros de acopios establecidos por CONRED.  Adicionalmente, ADRA preparará aproximadamente 1,000 kits de higiene familiar para ser entregados junto con las ayudas de la feligesía.  Además, se entregarán estufas pequeñas para apoyar en la preparación de alimentos en albergues que no cuentan con este equipo.  Voluntarios de ADRA de la Iglesia de los Adventistas del Séptimo Día, comenzarán a dar apoyo con ayuda espiritual y psicológica a personas afectadas que viven con el trauma de la crisis.  Sumado a esto, ADRA asignará voluntarios para brindar servicios de atención psico-emocional a niños y niñas que están en albergues.

El gran desafío será en las próximas semanas, ya que los albergados podrían permanecer refugiados por varios meses.  La reconstrucción de viviendas y sobre todo la reactivación de cultivos y medios de vida no será fácil, sin embargo ADRA desea focalizar fuerzas en la recuperación temprana de los mismos.  Se considera que hay más de 125 adventistas desplazados y afectados; posiblemente habrá muertos pero todavía no se cuenta con los datos.

Tras recibir los reportes de la comisión de ADRA Honduras, la Unión de los Adventistas del Séptimo Día en Honduras declaró el sábado 09 de junio, como un día de oración y solidaridad. El llamado fue a nivel nacional para que las congregaciones recolecten en sus iglesias una ofrenda especial que será destinada para el apoyo de las comunidades afectadas.